Por Crispian Balmer y Philip Pullella
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - A solo 12 horas de su elección, el Papa Francisco I salió del Vaticano el jueves temprano para rezar en busca de orientación en una basílica de Roma, mientras intenta llevar a una Iglesia Católica marcada por intrigas y escándalos hacia una era de simpleza y humildad.
Francisco I, el cardenal argentino que se convirtió en el primer Papa nacido fuera de Europa en 1.300 años, fue a la Basílica de Santa María la Mayor, que data del siglo V, donde rezó frente a una famosa figura de María -la madre de Jesús- conocida como Salus Populi Romani, o Protectora del Pueblo Romano.
"Nos habló cordialmente, como un padre", dijo Ludovico Melo, un sacerdote que rezó con el Papa. "Nos avisaron con 10 minutos de anticipación que vendría", agregó.
Francisco I, el primer pontífice de América -hogar de casi la mitad de los 1.200 millones de católicos del mundo-, también porta el título de Obispo de Roma.
En sus primeras palabras del miércoles por la noche frente a la Plaza San Pedro, dejó en claro que tomaría seriamente esa parte de su papel y cumplió la promesa al visitar una de las iglesias más importantes de la capital italiana.
Desde allí, le pidió al conductor que lo lleve a una residencia para sacerdotes ubicada en Roma para poder retirar el equipaje que había dejado antes de trasladarse a las instalaciones dentro del Vaticano para el cónclave electoral, quizá un indicio de que no esperaba convertirse en Papa.
El jueves, más tarde, tiene previsto ir al palacio de verano de Castel Gandolfo, al sur de Roma, para encontrarse con el Papa Emérito Benedicto XVI, quien el mes pasado se convirtió en el primer pontífice en 600 años en dimitir al decir que a sus 85 años estaba demasiado frágil como para abordar todos los problemas de la Iglesia.
Francisco, con 76 años, es mayor a muchos otros de los cardenales que eran candidatos al papado.
La elección del cardenal argentino Jorge Bergoglio como Papa puso fin a siglos de control europeo sobre el papado, pero también es el primero que adopta el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, el santo del Siglo XII que rechazó la riqueza para seguir una vida de pobreza.
Su elección en el segundo día de un cónclave de cardenales a puertas cerradas ocurrió como una sorpresa, ya que muchos expertos sobre el Vaticano esperaban un período de deliberación más prolongado, y ninguno predijo que el conservador de 76 años fuese el escogido.
Francisco es el pontífice número 266 de la Iglesia de 2.000 años de historia y asume el cargo en momentos de profunda crisis.
La moral de los sacerdotes ha sido puesta en duda en muchas ocasiones por una ola de escándalos de abusos sexuales y una lucha intestina en la administración del Vaticano, que muchos en la Iglesia consideran que necesita una reforma radical.
Una caricatura en el diario italiano Corriere della Sera mostró al nuevo Papa contando a la multitud el miércoles sobre su sorpresa por haber sido elegido y que luego, apuntando a sus asistentes dice: "Pero eso no es nada comparado con las sorpresas reservadas para ellos".
Cuando apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro, Francisco pareció tan sorprendido como todos, dudando por un momento antes de salir a saludar a la enorme multitud que se reunió en la plaza para ver al nuevo Sumo Pontífice.
"Les pido un favor (...) recen por mí", dijo a la multitud al afirmar que los otros 114 cardenales electores "fueron casi al fin del mundo" para escoger a un nuevo líder.
"Buenas noches y que tengan un buen descanso", dijo Bergoglio antes de desaparecer en los opulentos entornos de la Ciudad del Vaticano, algo muy distinto a su simple departamento en Buenos Aires.
"Ayer, él transmitió una gran humildad, amor y hermandad", dijo una mujer en las afueras de la basílica, el jueves por la mañana.
El miércoles por la noche, sacerdotes, monjas y peregrinos encantados bailaron en torno al obelisco en medio de la Plaza San Pedro, gritando: "Larga Vida al Papa" y "Argentina, Argentina".
En su natal Argentina, los católicos, felices, acudieron a sus iglesias locales a celebrar.
"Espero que cambie todo el lujo que existe en el Vaticano, que dirija a la Iglesia a una dirección más humilde, algo más cercano al Evangelio", dijo Jorge Andrés Lobato, un fiscal estatal retirado de 73 años.
CAMBIO DE DIRECCIÓN
La inesperada elección respondió algunas preguntas fundamentales sobre la dirección de la Iglesia en los próximos años.
Después de más de un milenio de liderazgo europeo, los cardenales electores miraron hacia América Latina, donde vive un 42 por ciento de los católicos del mundo. El continente está más concentrado en la pobreza y el auge de las iglesias evangélicas que en temas como el materialismo y los abusos sexuales, que predominan en Occidente.
Escogieron además a un hombre con una larga experiencia pastoral, en lugar de a un académico y a alguien proveniente de la burocracia del Vaticano como Benedicto XVI.
"Parece que este Papa estará más al tanto de lo que se trata la vida", dijo a Reuters el teólogo italiano Massimo Faggioli.
Bergoglio se crió en una familia de siete integrantes, su padre era un inmigrante italiano que trabajaba en ferrocarriles y su madre una ama de casa. Él se convirtió en sacerdote a los 32 años, casi una década después de que perdió un pulmón debido a una enfermedad respiratoria y luego de renunciar a sus estudios de Química.
A pesar de su tardío ingreso, se convirtió en un líder de la comunidad jesuita local en cuatro años.
Bergoglio tiene la reputación de ser alguien dispuesto a desafiar poderosos intereses y por momentos ha tenido una difícil relación con la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su difunto marido y predecesor, Néstor Kirchner.
Mostrando su ortodoxia conservadora, el prelado ha emitido fuertes declaraciones contra el matrimonio entre personas homosexuales, al denunciarlo en el 2010 como "un intento por destruir el plan de Dios", y se espera siga las inflexibles enseñanzas morales de Benedicto XVI y Juan Pablo II.
Bergoglio es el primer jesuita que se convierte en Papa. La orden fue fundada en el siglo XVI para servir al papado y es reconocida por su trabajo en educación y la capacidad intelectual de sus miembros.
El Vaticano dijo que su Misa inaugural se realizaría el martes. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la elección de Francisco I "habla de la fortaleza y la vitalidad de una región que cada vez da más forma a nuestro mundo".
PREOCUPACIONES SOBRE LA EDAD
En los preparativos previos al cónclave, los cardenales parecían divididos entre aquellos que creían que el nuevo Santo Padre debía ser un administrador fuerte para controlar una burocracia disfuncional y otros que buscaban a una figura pastoral probada para revitalizar la fe en todo el mundo.
Bergoglio fue el candidato rival de Benedicto XVI en el cónclave del 2005, pero su nombre no había aparecido en las listas de favoritos en esta oportunidad. Muchos lo habían descartado debido a su edad, pensando que los prelados querían a un líder más joven.
El cónclave secreto comenzó en la noche del martes con una votación que no dio resultados definitivos. Otras tres votaciones se realizaron el miércoles antes de que Francisco I obtuviera la mayoría necesaria de 77 votos, o dos tercios.
Una columna de humo blanco salió desde la chimenea de la Capilla Sixtina y las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a sonar para anunciar la noticia, atrayendo a romanos y turistas al Vaticano.
Según contó el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, en la cena posterior al nombramiento como Papa, Bergoglio generó una fuerte risa entre los cardenales al decir: "Que Dios los perdone".
(Reporte adicional de Catherine Hornby, Antonio Denti, Naomi O'Leary, Tom Heneghan, Barry Moody y Keith Weir; Editado en Español por Ricardo Figueroa y Ana Laura Mitidieri)
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - A solo 12 horas de su elección, el Papa Francisco I salió del Vaticano el jueves temprano para rezar en busca de orientación en una basílica de Roma, mientras intenta llevar a una Iglesia Católica marcada por intrigas y escándalos hacia una era de simpleza y humildad.
Francisco I, el cardenal argentino que se convirtió en el primer Papa nacido fuera de Europa en 1.300 años, fue a la Basílica de Santa María la Mayor, que data del siglo V, donde rezó frente a una famosa figura de María -la madre de Jesús- conocida como Salus Populi Romani, o Protectora del Pueblo Romano.
"Nos habló cordialmente, como un padre", dijo Ludovico Melo, un sacerdote que rezó con el Papa. "Nos avisaron con 10 minutos de anticipación que vendría", agregó.
Francisco I, el primer pontífice de América -hogar de casi la mitad de los 1.200 millones de católicos del mundo-, también porta el título de Obispo de Roma.
En sus primeras palabras del miércoles por la noche frente a la Plaza San Pedro, dejó en claro que tomaría seriamente esa parte de su papel y cumplió la promesa al visitar una de las iglesias más importantes de la capital italiana.
Desde allí, le pidió al conductor que lo lleve a una residencia para sacerdotes ubicada en Roma para poder retirar el equipaje que había dejado antes de trasladarse a las instalaciones dentro del Vaticano para el cónclave electoral, quizá un indicio de que no esperaba convertirse en Papa.
El jueves, más tarde, tiene previsto ir al palacio de verano de Castel Gandolfo, al sur de Roma, para encontrarse con el Papa Emérito Benedicto XVI, quien el mes pasado se convirtió en el primer pontífice en 600 años en dimitir al decir que a sus 85 años estaba demasiado frágil como para abordar todos los problemas de la Iglesia.
Francisco, con 76 años, es mayor a muchos otros de los cardenales que eran candidatos al papado.
La elección del cardenal argentino Jorge Bergoglio como Papa puso fin a siglos de control europeo sobre el papado, pero también es el primero que adopta el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, el santo del Siglo XII que rechazó la riqueza para seguir una vida de pobreza.
Su elección en el segundo día de un cónclave de cardenales a puertas cerradas ocurrió como una sorpresa, ya que muchos expertos sobre el Vaticano esperaban un período de deliberación más prolongado, y ninguno predijo que el conservador de 76 años fuese el escogido.
Francisco es el pontífice número 266 de la Iglesia de 2.000 años de historia y asume el cargo en momentos de profunda crisis.
La moral de los sacerdotes ha sido puesta en duda en muchas ocasiones por una ola de escándalos de abusos sexuales y una lucha intestina en la administración del Vaticano, que muchos en la Iglesia consideran que necesita una reforma radical.
Una caricatura en el diario italiano Corriere della Sera mostró al nuevo Papa contando a la multitud el miércoles sobre su sorpresa por haber sido elegido y que luego, apuntando a sus asistentes dice: "Pero eso no es nada comparado con las sorpresas reservadas para ellos".
Cuando apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro, Francisco pareció tan sorprendido como todos, dudando por un momento antes de salir a saludar a la enorme multitud que se reunió en la plaza para ver al nuevo Sumo Pontífice.
"Les pido un favor (...) recen por mí", dijo a la multitud al afirmar que los otros 114 cardenales electores "fueron casi al fin del mundo" para escoger a un nuevo líder.
"Buenas noches y que tengan un buen descanso", dijo Bergoglio antes de desaparecer en los opulentos entornos de la Ciudad del Vaticano, algo muy distinto a su simple departamento en Buenos Aires.
"Ayer, él transmitió una gran humildad, amor y hermandad", dijo una mujer en las afueras de la basílica, el jueves por la mañana.
El miércoles por la noche, sacerdotes, monjas y peregrinos encantados bailaron en torno al obelisco en medio de la Plaza San Pedro, gritando: "Larga Vida al Papa" y "Argentina, Argentina".
En su natal Argentina, los católicos, felices, acudieron a sus iglesias locales a celebrar.
"Espero que cambie todo el lujo que existe en el Vaticano, que dirija a la Iglesia a una dirección más humilde, algo más cercano al Evangelio", dijo Jorge Andrés Lobato, un fiscal estatal retirado de 73 años.
CAMBIO DE DIRECCIÓN
La inesperada elección respondió algunas preguntas fundamentales sobre la dirección de la Iglesia en los próximos años.
Después de más de un milenio de liderazgo europeo, los cardenales electores miraron hacia América Latina, donde vive un 42 por ciento de los católicos del mundo. El continente está más concentrado en la pobreza y el auge de las iglesias evangélicas que en temas como el materialismo y los abusos sexuales, que predominan en Occidente.
Escogieron además a un hombre con una larga experiencia pastoral, en lugar de a un académico y a alguien proveniente de la burocracia del Vaticano como Benedicto XVI.
"Parece que este Papa estará más al tanto de lo que se trata la vida", dijo a Reuters el teólogo italiano Massimo Faggioli.
Bergoglio se crió en una familia de siete integrantes, su padre era un inmigrante italiano que trabajaba en ferrocarriles y su madre una ama de casa. Él se convirtió en sacerdote a los 32 años, casi una década después de que perdió un pulmón debido a una enfermedad respiratoria y luego de renunciar a sus estudios de Química.
A pesar de su tardío ingreso, se convirtió en un líder de la comunidad jesuita local en cuatro años.
Bergoglio tiene la reputación de ser alguien dispuesto a desafiar poderosos intereses y por momentos ha tenido una difícil relación con la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su difunto marido y predecesor, Néstor Kirchner.
Mostrando su ortodoxia conservadora, el prelado ha emitido fuertes declaraciones contra el matrimonio entre personas homosexuales, al denunciarlo en el 2010 como "un intento por destruir el plan de Dios", y se espera siga las inflexibles enseñanzas morales de Benedicto XVI y Juan Pablo II.
Bergoglio es el primer jesuita que se convierte en Papa. La orden fue fundada en el siglo XVI para servir al papado y es reconocida por su trabajo en educación y la capacidad intelectual de sus miembros.
El Vaticano dijo que su Misa inaugural se realizaría el martes. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la elección de Francisco I "habla de la fortaleza y la vitalidad de una región que cada vez da más forma a nuestro mundo".
PREOCUPACIONES SOBRE LA EDAD
En los preparativos previos al cónclave, los cardenales parecían divididos entre aquellos que creían que el nuevo Santo Padre debía ser un administrador fuerte para controlar una burocracia disfuncional y otros que buscaban a una figura pastoral probada para revitalizar la fe en todo el mundo.
Bergoglio fue el candidato rival de Benedicto XVI en el cónclave del 2005, pero su nombre no había aparecido en las listas de favoritos en esta oportunidad. Muchos lo habían descartado debido a su edad, pensando que los prelados querían a un líder más joven.
El cónclave secreto comenzó en la noche del martes con una votación que no dio resultados definitivos. Otras tres votaciones se realizaron el miércoles antes de que Francisco I obtuviera la mayoría necesaria de 77 votos, o dos tercios.
Una columna de humo blanco salió desde la chimenea de la Capilla Sixtina y las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a sonar para anunciar la noticia, atrayendo a romanos y turistas al Vaticano.
Según contó el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, en la cena posterior al nombramiento como Papa, Bergoglio generó una fuerte risa entre los cardenales al decir: "Que Dios los perdone".
(Reporte adicional de Catherine Hornby, Antonio Denti, Naomi O'Leary, Tom Heneghan, Barry Moody y Keith Weir; Editado en Español por Ricardo Figueroa y Ana Laura Mitidieri)
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