Mostraba el dibujo de un hombre, sentado en una especie de nave, bastante parecida a las capsulas espaciales actuales. Claro esta que el dibujo, esta hecho con las caracteristicas de los grabados de los antiguos mayas, pero dejan ver muy bien, que lo que intenta representar el artista, es un ser sentado en una capsula espacial.
En 1945 Ruz de L’huiller durante diez años de increíbles esfuerzos técnicos y económicos continua con las excavaciones y es en 1952 que logra levantar una losa encontrando debajo de la misma toneladas de escombros, luego de retirar alrededor de 350 toneladas de desechos, libera el conducto interior y logra llegar ante un grueso muro, encontrando una caja con ofrendas (joyas en su mayoría).
Es de imaginar la impaciencia de investigadores y obreros, ante tantas demoras, pero a costa de esfuerzos ubican más abajo el paramento inclinado de la bóveda, luego dos gradas más y en sus proximidades seis esqueletos humanos; presumiblemente los restos de servidores de un jefe o dios enterrado en el lugar, una práctica muy común entre hindúes y egipcios. Se cree que los servidores se sometían de buen grado a morir, pues era seguro que después de un lapso determinado, todos iban a resucitar y su conductor necesitaría de sus servicios.Es al encontrar al final del pasadizo una gran piedra triangular, que Ruz de L’huiller comprendió que recién iniciaba el verdadero camino. En la parte inferior observó una zona rellenada con pedruscos y cal, al abrir dicho hueco, pudo asomarse y ver lo que contenía la espaciosa cámara.
Ahí estaba, un colosal monumento que llenaba casi por completo el espacioso recinto... y recién, el 15 de junio de 1952, se lograba retirar la piedra triangular y franquear la entrada.
Este suceso rivalizaría con la apertura de la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes, efectuada por Howard Carter y Lord Carnarvon el 20 de noviembre de 1922, hazaña descripta por Carter como: "el día de los días, el más maravilloso de su vida".
Ruz se encontraba ante una "cámara encantada", una "cámara sepulcral" llena de estalactitas y estalagmitas, años y años de silencio contenidos dentro de ese espacio sagrado.
Observó una losa horizontal de gran tamaño; su largo 3,80 metros, ancho 2,20 metros y un espesor de 25 centímetros, su peso aproximado 5 toneladas. No descansa, si es sepulcro, ¿habrá algo dentro? Efectúa varias perforaciones hasta observar que en una de ellas la broca de acero, sale teñida de color rojo. Se decide, y emplea para levantarla cuatro criques de automóvil y troncos de diferentes tamaños que insertaba debajo de la losa a medida que se elevaba.
El 8 de noviembre del mismo año, elevada dicha losa a 1 metro 12 centímetros pudo observar con comodidad el interior; se veía una tapa perfectamente pulida, de la que sobresalían dos secciones, como orejas. Dicha tapa se encontraba labrada a la manera de una forma humana, en un solo bloque; retiró cuatro tacos de madera que cubrían orificios realizados en la misma, y la levantó.
El interior estaba pintado de rojo, y en el fondo yacía un esqueleto humano cubierto de joyas. Su talla era de 1,75 metros y su cabeza se hallaba guardada por lo que fuera una mascarilla de jade, lamentablemente rota. Cuando fue reconstruida, pudo contemplarse en todos sus detalles, una verdadera obra de arte.
La cantidad y calidad de las joyas encontradas daban una idea de la elevada alcurnia de quien allí yacía, manos delgadas, dedos alargados cubiertos de anillos, sus dientes no habían sido labrados ni recubiertos de jade, y su cráneo no se encontraba deformado, práctica usual entre los mayas. En estudios posteriores se reveló una fuerte contextura en los restos del hombre encontrado en palenque.
Ahora bien... ¿Quién era ese personaje que después de muerto mereció tantos honores... y que además, como pudimos constatar, motivó que su tumba fuera tan bien ocultada?
Sus restos difieren totalmente de las características físicas del pueblo maya, de quienes sabemos que detentaban la braquicefalia mayor del mundo, su índice cefálico era de 86. Su metabolismo basal, en valores promedio, 8% más alto que el promedio de los americanos del norte, pertenecían al grupo sanguíneo 0 en proporción 97,7%, presentaban acusada leptorrimia en el 100%, nacían con una mancha mongólica (xchibaluna) en el 80%, presentaban además una mancha pigmentaria congénita que los indígenas llaman "huaj" y que por sus características se distingue con claridad de la xchibaluna; una bradicardia acusada de un promedio de 52 pulsaciones por minuto, facies asiática – prognatismo – pómulos salientes, pigmento cobrizo, acanto del ojo, pelo lacio y largo, distribución lampiña; una estatura promedio de 1,45 metros, que de la xchibaluna; una bradicardia acusada de un promedio de 52 pulsaciones por minuto, facies asiática – prognatismo – pómulos salientes, pigmento cobrizo, acanto del ojo, pelo lacio y largo, distribución lampiña; una estatura promedio de 1,45 metros, que comparada con el hombre de Palenque, eran sin dudas de menor talla.
¿Será el hombre de palenque, un posible representante, de esas razas estelares?...
En cuanto al aparato en sí, el científico soviético a. Katsantsev, no tiene ninguna duda que se trata de un navío espacial y así lo ha atestiguado en diversas publicaciones e infinidad de conferencias. Es más, ha dibujado un cohete asimilándolo al relieve de la lápida y las coincidencias son sorprendentes.
Pero, a pesar de esto, técnicos y científicos aseguran que el tal cohete nunca podría volar. Es más, hay detalles que indudablemente escapan a la concepción de un artista, que al fin y al cabo, no es un técnico espacial.
Son interesantes las observaciones elaboradas por un prestigioso científico y matemáticos, me refiero al Dr. José Álvarez López, director del Instituto de Estudios Avanzados de Córdoba.
Nos dice: la posición del astronauta es correcta, está sentado y al comando de controles claramente visibles; de mano y de pie. Los de los pies trabajan a presión y a tracción (a diferencia de nuestros vehículos que lo hacen sólo a presión). Hay un periscopio que sirve para mirar por encima de los obstáculos visuales, también transmisiones cardánicas (es indudable que el artista, sin llegar a los tecnicismos actuales, algunos conocimientos debía tener). Un detalle llamativo, "una oruga", como la que usan los tanques de guerra, con sus eslabones perfectamente dibujados, espirales a modo de elásticos, toberas por donde sale el fuego... vamos de sorpresa en sorpresa.
El Dr. Álvarez López expone seguidamente sus teorías:
1. El dibujante vio un cohete proveniente del espacio. Pero rechaza esto, pues según sus razonamientos, nunca llegaremos con cohetes a ningún planeta habitado.
2. ¿Nos encontramos ante una superchería? Y yo me pregunto, ¿con qué objeto? Y, ¿cuántas molestias se tomó el autor o los autores para elaborarla?, ¿qué medios pudieron utilizar para llegar hasta la cripta sin ser descubiertos? Además en la autenticidad del conjunto concuerdan todos los arqueólogos americanos, pero discrepan en la interpretación del relieve, recordando además que los análisis realizados con carbono 14 sobre los restos óseos encontrados dieron una antigüedad de 2.000 años. Existen varias interpretaciones, como dije, sobre el significado del grabado. Una de ellas dice que nos encontramos ante la representación de la ceremonia del maíz... pero, entonces, retruca graciosamente el Dr. Álvarez López, ¿qué se encuentra haciendo, un maya ubicado dentro de semejante olla?
3. Y como última y más creíble teoría, nos dice que lo expuesto es un dibujo de alguien que conocía de tuercas, tornillos, vuelos espaciales, toberas, orugas, cardanes y mezclándolos obtuvo un "cóctel mecánico", que nuestro conocimiento asocia a un ingenio espacial.
Analizando las hipótesis de tan respetable estudioso argentino, pienso que esto sería aceptar la existencia de una civilización tecnológica, desaparecida hace muchos siglos atrás, por motivos naturales o coincidiendo con López por medios artificiales (guerras similares a las actuales de tipo nuclear).
Sabemos que la palabra "maya", significa "ilusión", ¿ellos, sé autodenominaron así?, ¿por qué motivo? Y ¿cuál era esa ilusión? Posiblemente el retorno a sus orígenes, logrando ese objetivo hace exactamente 1.400 años. Sus construcciones, sus logros astronómicos y matemáticos, el polémico relieve del templo de las inscripciones, son mudos mensajes pétreos reservados para futuras generaciones.
Todos estos interrogantes nos serán develados muy posiblemente cuando los jeroglíficos nos comuniquen su oculto y real significado.
¿No estamos solos?