La asunción al poder de Evo Morales en Bolivia y el triunfo de Ollanta Humala en Perú presentan un nuevo escenario. Ambos coinciden en visiones políticas nacionalistas y populistas, las que podrían generar tensión en la región, si decidieran tomar medidas para movilizar y cohesionar el inestable frente político interno, mediante el trazado de objetivos políticos que reivindiquen históricas aspiraciones soberanas.
Si bien la superioridad del poder militar de Chile sobre Bolivia es significativa, no sucede lo mismo con Perú, país que si bien ha tenido épocas mejores de equipamiento y presupuesto, posee experiencia en guerra clásica moderna, por las guerras contra Ecuador en 1941 y 1995, y en guerra no convencional, por la prolongada lucha contra la organización Sendero Luminoso. La única experiencia en guerra clásica de Chile se remonta a la Guerra del Pacífico (1879-1884), y en guerra no convencional, a las operaciones contra reducidos elementos de guerrilla urbana, durante los primeros años del gobierno militar del general Pinochet.
El crecimiento económico de Perú en los últimos años ha sido importante pero no es tanto como el de Chile, lo que se refleja en una privilegiada situación presupuestaria. Los datos del 2004 indican que Chile tiene un PBI de USD 85.8 billones y Perú de 61.6 billones, lo que significa un PBI per capita de USD 5.378 para los chilenos y USD 2.238 para los peruanos. Tomando como referencia este año observamos que el presupuesto de Defensa de Chile fue de USD 2.025 millones mientras que el de Perú fue de USD 904 millones. El presupuesto chileno representa un 1.32 % del PBI mientras que el peruano es del 1.03%.
Esta gran diferencia observada entre los dos países es debido a que la Defensa chilena recibe una partida, fuera de presupuesto, por lo establecido en la Ley 13.196 Reservada del Cobre, resultante de un porcentaje fijo de los gravámenes sobre la exportación del cobre, el que se destina principalmente para adquirir material bélico.
En estos últimos años los precios internacionales del cobre tuvieron fuertes alzas, beneficiando así a las Fuerzas Armadas con mayores disponibilidades para su plan de modernización. El monto de este aporte fue para el año referido de USD 283 millones adicionales al total de la asignación presupuestaria de la Defensa.
Dentro del presupuesto total del Estado, la partida de Defensa de Chile significa un 9.31% (con la ley Reservada del Cobre incluido) y la de Perú un 7,13%.
Dentro de la estructuración del presupuesto de Defensa podemos verificar que Chile asignó en 2004 para "Gastos en Personal" (Sueldos, Retiros y Pensiones) el 58.3% y Perú algo menos, con un 51.8%. En "Reequipamiento Militar" Chile gastó un 23.4% mientras que Perú no reveló explícitamente asignación alguna en este rubro. En relación a lo denominado "Otros gastos" (incluye gastos operativos para entrenamiento y mantenimiento), Chile asignó 18.1% mientras que Perú lo hizo con 48.1%.
El Ejército de Chile cuenta con 44.100 efectivos, divididos en 3800 oficiales, 15.300 suboficiales y 25.000 soldados. El Perú tiene 74.000 efectivos con 5.900 oficiales, 13.600 suboficiales y 54.500 soldados.
La Armada de Chile posee un total de 25.500 hombres, con 2.000 oficiales, 13.500 suboficiales y 10.000 marineros, mientras que la de Perú posee 23.000 efectivos que se dividen en 1.900 oficiales, 16.700 suboficiales y 4.400 marineros.
La Fuerza Aérea de Chile cuenta con 11.300 efectivos, integrados por 1.800 oficiales, 7.500 suboficiales y 2.000 soldados, la de Perú con un total de 16.900 efectivos, tiene 1.800 oficiales, 7.600 suboficiales y 7.500 soldados. El Perú totaliza un efectivo en sus Fuerzas Armadas de 113.900 hombres contra 80.800 de Chile.
El servicio militar de la tropa en Chile es de características mixta, obligatorio para masculinos y voluntario para ambos sexos según cupos. En Perú el sistema es voluntario para ambos sexos.
Para su defensa ambos países tiene organizado su territorio en Regiones Militares que coinciden con criterios de delimitación geográfica, política o económica. Estos constituirían los posibles Teatros de Operaciones en caso de guerra. La organización operativa en el nivel Gran Unidad de Combate (GUC), esta conformado por 7 Divisiones de Ejército en Chile, mientras que Perú lo hace con 15 Brigadas. En el caso de Chile, la denominación División parece exagerada, dada las pocas Unidades orgánicas que disponen estas Divisiones en tiempo de paz; pero alcanzarían los niveles de efectivos necesarios con el eficiente sistema de movilización regional para caso de guerra basado en los modelos israelí y suizo.
El servicio militar de la tropa en Chile es de características mixta, obligatorio para masculinos y voluntario para ambos sexos según cupos. En Perú el sistema es voluntario para ambos sexos.
Para su defensa ambos países tiene organizado su territorio en Regiones Militares que coinciden con criterios de delimitación geográfica, política o económica. Estos constituirían los posibles Teatros de Operaciones en caso de guerra. La organización operativa en el nivel Gran Unidad de Combate (GUC), esta conformado por 7 Divisiones de Ejército en Chile, mientras que Perú lo hace con 15 Brigadas. En el caso de Chile, la denominación División parece exagerada, dada las pocas Unidades orgánicas que disponen estas Divisiones en tiempo de paz; pero alcanzarían los niveles de efectivos necesarios con el eficiente sistema de movilización regional para caso de guerra basado en los modelos israelí y suizo.
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