La secretaria de Estado dijo que el régimen de Ahmadinejad deberá "rendir cuentas" por el complot terrorista para asesinar al embajador saudí. Impulsan sanciones en la ONU
El plan de un atentado es "una flagrante violación de la ley internacional y estadounidense y una peligrosa escalada del uso de la violencia política y apoyo del terrorismo de larga data por parte del gobierno iraní", afirmó Hillary Clinton.
Agregó que el plan fue "dirigido por elementos del gobierno iraní" y dijo que este "tipo de actos temerarios socava el sistema internacional". "Aumentamos nuestras sanciones a las personas que están asociadas con este golpe y con el apoyo de Irán al terrorismo", señaló.
Por su parte, el vicepresidente Joe Biden indicó que la idea de atentar en los Estados Unidos contra el embajador saudí no constituye un acto de guerra contra el país, pero sí una "clara violación" del derecho internacional.
"No se trata sólo del asesinato, pero la idea era asesinar a un diplomático. Eso es algo que causa la indignación de todo el mundo, de todos los países del mundo. (...) Además, obviamente, de que es un crimen asesinar a cualquier persona y que en ese proceso probablemente hubieran muerto ciudadanos estadounidenses", afirmó.
En coincidencia con Clinton, Biden informó que su gobierno va "a ir al resto de las capitales del mundo para que sepan exactamente lo que sucedió". "Con ello, queremos asegurarnos de que Irán va a rendir cuentas y va a sufrir un mayor aislamiento en términos de capacidad para operar en el mundo", consideró.
Funcionarios estadounidenses señalaron que era "más que probable" que el líder supremo iraní, el ayatolah Ali Khamenei, y el jefe de sus fuerzas Qods supieran sobre del plan. Sin embargo, reconocieron que su afirmación estaba basada en análisis y no en evidencias concretas.
La administración de Barack Obama comenzó consultas personales con embajadores del Consejo de Seguridad. Su embajadora en la ONU, Susan Rice, se reunió con sus homólogos de los quince países miembros y cosechó el apoyo de Gran Bretaña y Francia, que se comprometieron a acompañar las iniciativas de Washington.
Por su parte, el representante de Rusia ante el organismo, Vitali Tchourkine, calificó el caso de "raro" en sus comentarios ante la prensa.
Un diplomático occidental bajo condición de anonimato explicó que Rice "realiza consultas individuales para solicitar su respaldo" y que se está "avanzando paso a paso en una resolución de condena u otro tipo de represalias".
La UE también ha amenazado a Irán con "graves consecuencias" de confirmarse las denuncias de los EEUU sobre un complot para asesinar al embajador saudí en Washington. Irán negó las acusaciones ante la ONU.
El príncipe Turki al Faisal, ex jefe de los servicios secretos saudíes, señaló desde Londres que las pruebas "muestran claramente la responsabilidad" del régimen de Ahmadinejad e insistió en que las evidencias eran "abrumadoras", aunque no especificó cuáles.
"Nos hemos tomado el asunto con gran preocupación", declaró por su parte la vocera de Política Exterior de la Comisión Europea (CE), Maja Kocijancic. La representante afirmó que la "supuesta participación de iraníes y de la Guardia Revolucionaria iraní" es un acto muy grave que puede desencadenar "serias implicaciones internacionales".
Según la administración estadounidense, Irán está detrás de un complot desmantelado que pretendía atacar las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Washington y además asesinar al embajador saudí, Adel Al Jubeir.
"Estamos en contacto con las autoridades estadounidenses para conseguir tanta información como sea posible", pero "necesitamos ver qué tipo de información recibimos", manifestó Kocijancic. "Pedimos al Gobierno de Irán que coopere plenamente con los Estados Unidos", dijo la vocera europea.
Irán, en cambio, se ha dirigido a las Naciones Unidas para rechazar las acusaciones de los Estados Unidos. El presidente del Parlamento de Irán (Majlis), Alí Larijani, calificó este miércoles de "juego inmaduro y chiquillada" las acusaciones de los Estados Unidos.
En una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el representante permanente de Irán ante el organismo, Mohammad Khazaei, calificó de falso el alegado complot y señaló que "cada país puede acusar a otros de tales historias, pero podría ser un método peligroso en las relaciones entre los Estados
El plan de un atentado es "una flagrante violación de la ley internacional y estadounidense y una peligrosa escalada del uso de la violencia política y apoyo del terrorismo de larga data por parte del gobierno iraní", afirmó Hillary Clinton.
Agregó que el plan fue "dirigido por elementos del gobierno iraní" y dijo que este "tipo de actos temerarios socava el sistema internacional". "Aumentamos nuestras sanciones a las personas que están asociadas con este golpe y con el apoyo de Irán al terrorismo", señaló.
Por su parte, el vicepresidente Joe Biden indicó que la idea de atentar en los Estados Unidos contra el embajador saudí no constituye un acto de guerra contra el país, pero sí una "clara violación" del derecho internacional.
"No se trata sólo del asesinato, pero la idea era asesinar a un diplomático. Eso es algo que causa la indignación de todo el mundo, de todos los países del mundo. (...) Además, obviamente, de que es un crimen asesinar a cualquier persona y que en ese proceso probablemente hubieran muerto ciudadanos estadounidenses", afirmó.
En coincidencia con Clinton, Biden informó que su gobierno va "a ir al resto de las capitales del mundo para que sepan exactamente lo que sucedió". "Con ello, queremos asegurarnos de que Irán va a rendir cuentas y va a sufrir un mayor aislamiento en términos de capacidad para operar en el mundo", consideró.
Funcionarios estadounidenses señalaron que era "más que probable" que el líder supremo iraní, el ayatolah Ali Khamenei, y el jefe de sus fuerzas Qods supieran sobre del plan. Sin embargo, reconocieron que su afirmación estaba basada en análisis y no en evidencias concretas.
La administración de Barack Obama comenzó consultas personales con embajadores del Consejo de Seguridad. Su embajadora en la ONU, Susan Rice, se reunió con sus homólogos de los quince países miembros y cosechó el apoyo de Gran Bretaña y Francia, que se comprometieron a acompañar las iniciativas de Washington.
Por su parte, el representante de Rusia ante el organismo, Vitali Tchourkine, calificó el caso de "raro" en sus comentarios ante la prensa.
Un diplomático occidental bajo condición de anonimato explicó que Rice "realiza consultas individuales para solicitar su respaldo" y que se está "avanzando paso a paso en una resolución de condena u otro tipo de represalias".
La UE también ha amenazado a Irán con "graves consecuencias" de confirmarse las denuncias de los EEUU sobre un complot para asesinar al embajador saudí en Washington. Irán negó las acusaciones ante la ONU.
El príncipe Turki al Faisal, ex jefe de los servicios secretos saudíes, señaló desde Londres que las pruebas "muestran claramente la responsabilidad" del régimen de Ahmadinejad e insistió en que las evidencias eran "abrumadoras", aunque no especificó cuáles.
"Nos hemos tomado el asunto con gran preocupación", declaró por su parte la vocera de Política Exterior de la Comisión Europea (CE), Maja Kocijancic. La representante afirmó que la "supuesta participación de iraníes y de la Guardia Revolucionaria iraní" es un acto muy grave que puede desencadenar "serias implicaciones internacionales".
Según la administración estadounidense, Irán está detrás de un complot desmantelado que pretendía atacar las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Washington y además asesinar al embajador saudí, Adel Al Jubeir.
"Estamos en contacto con las autoridades estadounidenses para conseguir tanta información como sea posible", pero "necesitamos ver qué tipo de información recibimos", manifestó Kocijancic. "Pedimos al Gobierno de Irán que coopere plenamente con los Estados Unidos", dijo la vocera europea.
Irán, en cambio, se ha dirigido a las Naciones Unidas para rechazar las acusaciones de los Estados Unidos. El presidente del Parlamento de Irán (Majlis), Alí Larijani, calificó este miércoles de "juego inmaduro y chiquillada" las acusaciones de los Estados Unidos.
En una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el representante permanente de Irán ante el organismo, Mohammad Khazaei, calificó de falso el alegado complot y señaló que "cada país puede acusar a otros de tales historias, pero podría ser un método peligroso en las relaciones entre los Estados
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