El vocero Abu al-Hassan al-Muhajer elogió el ataque ocurrido la semana pasada en Irán
Circuló un audio en internet donde llaman a realizar más ataques durante el Ramadán
LÍBANO, BEIRU (12/JUN/2017).- El grupo Estado Islámico hizo el lunes un llamado a sus seguidores para que realicen ataques en Estados Unidos y Europa durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, que inició hace dos semanas.
En una grabación de audio que circuló en internet, el vocero Abu al-Hassan al-Muhajer elogió el ataque ocurrido la semana pasada en la capital de Irán, calificó a esa nación como "más débil que una tela de araña" y convocó a realizar más ataques.
Al-Muhajer hizo además un llamado a que se realicen ataques en Rusia y Australia, y dijo que "el paraíso es alcanzado bajo la sombra de espadas".
El grupo extremista islámico ha convocado a ataques durante el ramadán en el pasado. Este año se ha atribuido la responsabilidad de ataques en Gran Bretaña, Egipto, Irán y Filipinas, en los cuales murieron decenas de personas y cientos más resultaron heridas.
qué pasa en el país con la mayor crisis económica en Europa
Europa entera estaba en vilo por Grecia hace ahora justo un año.
El país estaba al borde del precipicio, incapaz de hacer frente a su abultada deuda exterior y amenazando la existencia del euro, la moneda común europea.
Los griegos habían elegido en enero de 2015 a un joven primer ministro, Alexis Tsipras, líder del partido radical de izquierdas Syriza.
Tsipras prometía acabar con la austeridad y proteger a los pobres y a los pensionistas, en un país con 24% de desempleo y una deuda pública alrededor del 180% del Producto Interno Bruto.
El país no podía pagar sus deudas, pero Tsipras se negaba a dar su brazo a torcer.
En el verano europeo de 2015, el gobierno heleno impuso controles de capitales, cerrando los bancos y limitando la retirada de dinero, en una situación que se parecía cada vez más al corralito de Argentina de principios de este siglo.
Justo entonces, cuando muchos daban la situación por perdida, en julio Tsipras cedió ante los acreedores de Grecia para mantener a su país en la Eurozona y acordó un tercer rescate de 86.000 millones de euros (US$98.000 millones) a cambio de más recortes, a pesar que él mismo admitía no creer en ese acuerdo.
Grecia en cifras
$98.000 millones
Rescate acordado en 2015
$2.600 millones Pago de la deuda en julio
$6.100 millonesRecortes acordados
24,4% Desempleo
182,8% Deuda pública como % del PIB en 2016 (proyecciones)
AFP
Respiro
Como resultado de este pacto, su partido se partió en dos y los críticos crearon otra formación política.
Pero en septiembre Tsipras fue reelegido, eso sí liderando una coalición de gobierno que cuenta con apenas 153 diputados de 300 del parlamento griego.
Prometió paliar el daño provocado por siete años de austeridad.
Desde entonces, la llegada de miles de refugiados a las costas griegas, muchos de ellos huyendo de la guerra en Siria, dominó las primeras planas de los diarios.
Unos 50.000 siguen atrapados en Grecia después de que los países vecinos cerraran sus fronteras.
El número de refugiados que llega a territorio griego se ha reducido desde abril gracias en parte a un acuerdo de la Unión Europea con Turquía.
Al rojo vivo
Ahora, Grecia vuelve a estar al rojo vivo, nuevamente por culpa de la economía.
Durante este fin de semana, miles de manifestantes salieron a las calles de Atenas y Salónica, la segunda ciudad más importante del país, mientras que el transporte y el sector público se veía paralizado por una huelga general de tres días.
Protestaban contra nuevos recortes de 5.400 millones de euros (US$6.100 millones) exigidos por los acreedores hasta 2018, equivalente al 3% del PIB, y que forman parte de las condiciones del tercer rescate.
Los sindicatos afirman que los griegos simplemente no pueden soportar más austeridad.
Aún así, el parlamento aprobó a primera hora de este lunes una nueva reforma de las pensiones que, entre otros, apunta a subir la edad de jubilación de los 63 años a los 67, además de aumentar el IVA del 23% al 24%.
Más exigencias
En juego está recibir el siguiente desembolso del rescate aprobado el año pasado.
El gobierno afirma que, con estas nuevas medidas, ya han cumplido su parte del trato.
Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) y algunos países europeos exigen ahora más recortes. Concretamente 4.000 millones de euros (US$4.500 millones) para crear un fondo contra hipotéticos futuros impagos de la deuda griega, algo que Atenas dice no estaba contemplado en el rescate original.
Los ministros de Economía y Finanzas de los 19 países de la Eurozona se reunieron este lunes en Bruselas en un encuentro extraordinario para desbloquear la situación y ver si hay alguna manera de aliviar la deuda griega, además de discutir sobre el fondo de contingencia propuesto en caso de impago de la deuda.
El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, afirmó que espera llegar a un acuerdo con Grecia sobre las nuevas reformas el próximo 24 de mayo, apuntando que las conversaciones actuales suponen una "primera discusión" sobre el tema.
Por su parte, el comisario europeo de asuntos económicos, Pierre Moscovici, dijo que "un acuerdo debe de resolver tres asuntos: reformas, ya lo hemos logrado, un mecanismo de contingencia, estamos muy cerca, y el problema de la deuda que estamos comenzando a discutir".
Según los expertos, este alivio -en caso de producirse- vendría más bien en forma de una reestructuración de los vencimientos o aplicando tasas de interés más bajas, en vez de una quita de la deuda como quiere Grecia.
Mientras el tiempo corre y el fantasma de la insolvencia y el Grexit, o salida de Grecia de la Eurozona, vuelve a cernirse sobre la nación europea que en julio debe de pagar vencimientos de deuda de 2.300 millones de euros ($US2.600 millones).
La economía española sigue atascada. “La información más reciente relativa al último trimestre del año apuntaría a una continuación de la caída de la actividad económica como resultado de la contracción de la demanda interna”, señala el último Boletín económico difundido este viernes por el Banco de España. Traducido: la economía seguirá en caída libre en el último trimestre lastrada por el retroceso del consumo. Ya lo advirtió el ministro de Economía, Luis de Guindos, hace unos días: “El cuarto trimestre va a ser el más difícil de esta recaída”. A falta de conocer los datos definitivos de la economía entre octubre y diciembre, el Banco de España certifica que en el tercer trimestre la actividad se contrajo un 0,3% en términos intertrimestrales. Este dato es una décima mejor que el del trimestre anterior. Pero las previsiones del último trimestre auguran que será peor.
La subida del IVA, que entró en vigor el pasado septiembre, afectó al gasto de los hogares. El consumo privado muestra una “tónica contractiva”. El índice de comercio al por menor, el más fiable para chequear la salud del consumo, registró en octubre un retroceso intermensual del 0,5% [el descenso interanual fue del 8,1%]. Las matriculaciones de vehículos, que aumentaron un 5,3% en noviembre respecto al mes anterior gracias al Plan PIVE del Gobierno [el plan de ayudas para el sector del automóvil], fue el único dato favorable del consumo.
Hasta ahora los únicos datos favorables de la economía española eran el turismo y las exportaciones. Pero el Banco de España constata en su informe mensual “una moderación del dinamismo mostrado por el turismo en la parte central del año”.
Las exportaciones se están convirtiendo en el único motor de arrastre de la actividad económica
Las exportaciones se están convirtiendo en el único motor de arrastre de la actividad económica. Las ventas al exterior de bienes aumentaron en octubre un 8,6% respecto al mismo mes del año pasado impulsadas por las operaciones a países de fuera de la Unión Europea. Por el lado contrario, las importaciones cayeron en octubre un 6,3% respecto al año anterior. Este vigoroso aumento de las exportaciones y la debilidad de las importaciones permitió reducir el déficit comercial un 59% en octubre. No obstante, estos indicadores revelan cierta flojera de la economía española, puesto que las importaciones caen por la caída de las rentas disponibles y las exportaciones por la rebaja de precios, que está aumentado la competitividad de las empresas españolas.
Esta situación afecta positivamente a la balanza de pagos que en septiembre arrojó un saldo positivo por tercer mes consecutivo de 423 millones de euros. Esto ha permitido reducir sensiblemente las necesidades de financiación de España. Así durante los nueve primeros meses del año el país necesitó 12.600 millones para financiar sus actividades económicas, menos de la mitad que hace un año.
El supervisor destaca en su informe que “para lo que resta de 2012, debe tenerse en cuenta que en el cuarto trimestre se concentra una parte significativa del impacto de las medidas aprobadas durante el ejercicio, entre las que destacan los incrementos del IVA y del impuesto sobre sociedades y la eliminación de la paga extra de diciembre a los empleados públicos”.
Los recortes y las subidas fiscales emprendidos por todas las Administraciones públicas han tenido reflejo en el déficit público
El Banco de España destaca también que la no actualización de las pensiones con la evolución de los precios “contribuirá a moderar el crecimiento de las prestaciones sociales en la parte final del año”. Aunque todas estas medidas sirven para avanzar en los objetivos de consolidación fiscal —reducir el déficit y frenar el alza de la deuda pública— reducen la renta disponible y afectan al consumo, lo que repercute en la economía.
Los recortes y las subidas fiscales emprendidos por todas las Administraciones públicas han tenido reflejo en el déficit público. La desviación presupuestaria del conjunto de las Administraciones públicas hasta octubre es de unos 55.000 millones —un 5,5% del PIB aproximadamente, cuando el objetivo es del 6,3%—. Este desfase presupuestario es inferior en 5.800 millones al del mismo periodo de 2011. Supone un buen dato para el Ejecutivo, que ha conseguido limitar la sangría del déficit público en un escenario de recesión. No obstante, si se tiene en cuenta el impacto de las ayudas a la banca, que se pagará con el rescate de Bruselas, el déficit público ascendería hasta los 99.600 millones, el 9,96% del PIB.
El organismo que preside Luis Linde destaca en otro capítulo del informe que un aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) aumenta la posibilidad de perder empleo. “A pesar de que el colectivo potencialmente afectado por los aumentos del SMI es reducido, su impacto sobre la probabilidad de perder el empleo es significativo, especialmente para algunos grupos de trabajadores como los jóvenes y los mayores de 45 años y las mujeres de mediana edad”, concluye el supervisor en su último informe. Y añade que el efecto podría ser mayor si se traslada el efecto de la subida del SMI a los convenios.