lunes, 8 de octubre de 2012

HOMOSEXUALIDAD Y CASTIGO DIVINO...

ASI CASTIGA DIOS A LOS HOMOSEXUALES, BISEXUALES, GAYS, LESBIANAS...

MIRE TODO LO QUE SUFRE UN MARICÓN.....


La población de bisexuales, lesbianas y homosexuales enfrenta diversas formas de prejuicio y exclusión social, como discriminación y violencia interpersonal, por lo que , las instituciones gubernamentales deben ampliar los programas de bienestar y salud para ese sector.

Así lo revela el estudio “Efectos de la violencia y la discriminación en la salud mental de bisexuales, lesbianas y homosexuales de la ciudad de México” de Luis Ortiz Hernández y María Isabel García Torres, del Departamento de Atención a la Salud de la de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco.


Según un comunicado de la UAM, la investigación se aplicó a 506 personas entre bisexuales, lesbianas y homosexuales que acudían a organizaciones e instituciones que atienden a esta población.
De ese total un tercio -27 por ciento- presentó sintomatología indicativa de trastornos mentales comunes y una quinta parte mostró riesgo de tener alcoholismo; en los varones bisexuales y homosexuales la frecuencia fue de 17 por ciento, mientras que en las mujeres bisexuales y lesbianas ascendió a 21 por ciento.


Sobre los indicadores del estado de salud, la mayoría, 76 por ciento era bueno o muy bueno; sin embargo, en el trabajo se menciona que cuatro de cada 10 tienen una idea suicida y 25 por ciento comunicó intento de suicidio.

Los autores indicaron que la violencia y la discriminación contra los bisexuales, lesbianas y homosexuales deben ser resueltas, en tanto que representan una limitación para el goce pleno de los derechos humanos de esta población.


De acuerdo con el estudio, las formas más frecuentes de discriminación fueron la no contratación en un empleo, 13 por ciento; amenaza de extorsión y detención por policías, 11 por ciento; y maltrato de empleados, 10 por ciento.


Entre las formas de violencia más frecuentes se reporta las ofensas verbales con 32 por ciento, acoso sexual con 18 por ciento, asalto 12 por ciento, los siguieron o fueron perseguidos 12 por ciento y amenazas verbales 11 por ciento.

Entre los varones bisexuales y homosexuales existió una mayor proporción de ser víctimas de ofensas verbales, mientras que las mujeres sufrieron agresión física con más frecuencia.

LA DEPRAVACIÓN HOMOSEXUAL EN MÉXICO AL DESNUDO...
LA CONSECUENCIA DE LA PERMISION DE LA HOMOSEXUALIDAD TRAE LA PROSTITUCION, COMO RESULTADO.....PORQUE NADIE CONTRATA, NI DA TRABAJO A UN HOMOSEXUAL....

Hablar de prostitución es siempre un tema controvertido y toca inevitablemente las fibras morales de cualquier persona, y, en general, es un tema que desata el desprecio, la burla y el rechazo social hacia las personas que la ejercen (y, curiosamente, no así contra quienes la contratan). 

Es un hecho que, en México y en la gran mayoría de los países hispanoamericanos, las personas que se dedican a éste, “el oficio más antiguo de la humanidad”, son consideradas como habitantes del sub-mundo social, residentes de las cloacas donde los humanos se transforman en una especie de fauna nociva y, como tales, son personas confinadas a los márgenes, a zonas de tolerancia pretendidamente asépticas y a la más profunda oscuridad de las ciudades donde la identidad de los “indecentes” no es reconocible (sobre todo para la comodidad y beneplácito de los contratantes).
La prostitución es definida, en términos generales, como “… la venta de servicios sexuales a cambio de dinero u otro tipo de retribución. Una persona que ejerce la prostitución recibe el nombre de prostituta o prostituto. Para el caso que esa persona sea mujer también se usa mujer de compañía o coloquialmente puta, palabra que conlleva una fuerte connotación despectiva. La versión masculina, puto u hombre de compañía equivale de forma más formal a la palabra ‘gigoló’ pero se usa más comúnmente en Europa, pues puto se usa en varios países de iberoamérica de forma homófoba para referirse a cualquier homosexual, no necesariamente a quien presta sus servicios a cambio de dinero.” (Ver Prostitución en Wikipedia)
Si fuéramos literales con lo anterior, muchas relaciones humanas que se establecen en las sociedades actuales están prostituidas (como bien lo son ciertos tipos de matrimonio heterosexual); pero hoy sólo se le reconoce como prostituta a aquella persona que, durante un encuentro específico, intercambia una cantidad de sexo por una cantidad de dinero (o tarifa). Así, una prostituta o un prostituto es aquella persona a la que se le contrata en la calle, telefónicamente, vía Internet o en un antro, se le lleva a un sitio para tener sexo y se le paga por ello. En la era de las comunicaciones, las vías y posibilidades de contratación de este servicio se han multiplicado.
No nos detendremos aquí a analizar el papel incluso sagrado que tiene la prostitución en ciertas culturas o los ritos de iniciación al sexo que, en muchas sociedades latinas, llevan a cabo los padres con sus hijos varones en los prostíbulos. Tampoco buscaremos los motivos por los cuales una persona decide voluntariamente o se ve forzada a dedicarse a esta actividad, o por qué -a final de cuentas- hay quienes la utilizan a pesar de su apreciación de que es algo intrínseca o socialmente malo (a veces pareciera demasiado obvio). Este artículo simplemente busca retratar un fenómeno social -el de la prostitución-, situándole para ello en un grupo social específico (el colectivo gay de la Ciudad de México) y de cuyas observaciones pudiéramos derivar conclusiones aplicables a la generalidad.
 Finalmente, los varones con preferencias homosexuales contaban ya con un servicio semejante al que, para esos años, tenían a su disposición muchos hombres heterosexuales que contrataban fácil y rápidamente a chicas prostitutas que se anunciaban en las revistas pornográficas. También en aquellos días, en los años setenta, surgieron verdaderos paraísos de la prostitución (tanto masculina como femenina) en países asiáticos; el principal ejemplo es Tailandia, cuya capital -Bangkok- montó una verdadera industria de la prostitución para los visitantes extranjeros y que, años más tarde, le llevaría a ser la región más golpeada por el VIH en aquel continente.  Así pues, el acceso a la prostitución fue entendido como parte de esa libertad que el movimiento gay comenzó a ganar.
- Prostitución gay en la Ciudad de México.-
Si hacemos una investigación hemerográfica sobre el fenómeno de la prostitución masculina en México, encontraremos referencias aisladas sobre personajes intrépidos y poco frecuentes en el panorama urbano del país. El conocido diario de la nota roja, el Alarma, refería ocasionalmente crímenes en los que estaban envueltos “lilos” o “mujercitos”, algunas veces dedicados a la prostitución. Sin embargo, no parece haber una clara línea fenomenológica que nos indique a la prostitución masculina como una actividad visible en el México del siglo XX.  Si la existía -lo que es seguro-, ésta se daba de manera muy marginal y en una clandestinidad a la que muy pocos tendrían acceso, ya sea por su carácter exclusivo o debido a su sordidez inaudita. Lo que sí es un hecho, es que no existe en la “historia rosa” de México ningún personaje destacado por ser un prostituto homosexual (sino, quizás, hasta Adonis García, “El Vampiro de la Colonia Roma“, o -más recientemente- Viktor “el Ruso”, como lo asegura Lara Ripoll en un interesante artículo sobre prostitución masculina publicado en La Jornada, en el año 2002. Aunque quizás habría que considerar a Alfredo Cervantes Landa, sexoservidor que saltó a la fama en el 2007 por haber atacado cobardemente y lesionado al conductor de televisión Fabián Lavalle); y sí, en cambio, hay decenas de historias de mujeres de la vida galante que posicionan a la prostitución femenina en un sitio específico y hasta relevante de nuestra historia (y de ello da amplio testimonio el cine y la música vernácula mexicana).


No es sino hasta la década de lo setenta cuando, gracias a las denuncias públicas de la extorsión policíaca en las calles de la Ciudad de México, el fenómeno de la prostitución gay comienza a adquirir cierta visibilidad a los ojos del resto de la sociedad.


Los vacíos y la ambigüedad de las leyes al respecto en el Distrito Federal, permitieron durante muchos años incontables abusos por parte de la policía en contra de hombres que se dedicaban a la prostitución en la vía pública y, desde luego, también en perjuicio de quienes les contrataban.



La amenaza de hacer saber a sus familias sobre la práctica de la prostitución (ya fuera como vendedor o comprador) y, peor aún, respecto de su homosexualidad, obligaba de inmediato a estas personas a incurrir en una conducta que sí es un crimen perfectamente tipificado (pero poco castigado en México): el soborno de servidores públicos. Ya en años recientes, en la Ciudad de México, una gran cantidad de clientes de la prostitución gay han venido siendo víctimas del crimen organizado y de una perversa alianza entre prostitutos y policías.



Sucede que el cliente sube a su auto a un chico “sexoservidor” (eufemismo de prostituto) y, una o dos cuadras adelante, son detenidos por una patrulla de la policía capitalina para recibir amenazas y extorsiones; los policías simulan llevarse al prostituto a la delegación, pero en realidad se reparten el producto de la extorsión al cliente y, desde luego, repiten la acción una y otra vez más. Jugoso negocio, ¿no?


Existen infinidad de relatos de personas que han sido extorsionadas, violadas, golpeadas y hasta encarceladas por prostituirse en la vía pública o, también, por contratar a estos chicos. Una referencia muy valiosa de esta práctica en los años setenta es el famoso libro del escritor gay guerrerense Luís Zapata

El Vampiro de la Colonia Roma, que relata algunos pasajes novelados de la vida de Adonis García, un famoso prostituto del Distrito Federal al que, efectivamente, se le veía caminar en la búsqueda de clientes -mostrando bajo su pantalón un miembro escandalosamente grande- allá por las calles de Aguascalientes e Insurgentes (donde está una tienda Sanborn´s), en la colonia Roma; todavía a principios de los años ochenta, Adonis andaba activo en el negocio y, como muchos otros “chichifos“, cotidianamente enfrentaba los abusos de policías que encontraban en este mercado carnal una enorme oportunidad para hacerse de ingresos adicionales fáciles.


Durante los años setenta y gran parte de los ochenta, la prostitución gay en la Ciudad de México se situó en la famosísima “Esquina Mágica”, ubicada en la intersección de la Avenida de los Insurgentes y la Avenida Baja California, en la colonia Roma, justamente afuera del Cine de las Américas. Por mucho tiempo, fue el sitio favorito de clientes gays de todas las edades y con cierto poder adquisitivo y, desde luego, el de chicos con apariencia varonil dedicados a la venta de placer. 


Decían los bien informados que se le dio este nombre a la prodigiosa esquina porque, cuando uno conducía por ahí de noche o en la madrugada, se veía a uno o dos chicos parados y aparentemente esperando al transporte público (muy escaso o prácticamente nulo a esas horas); pero, al volver a pasar por ahí a los pocos minutos, los más guapos ya habían desaparecido como por “arte de magia”. Ya durante la segunda mitad de la década de los ochenta el lugar se transformó y comenzó a ser frecuentado por “vestidas” (travestís callejeros), que atraían a otro tipo de clientes, más violentos y poco identificados con el gay común. Después, con la apertura de una estación del metro y con la invasión de los puestos de vendedores ambulantes, la “Esquina Mágica” pereció definitivamente.



También sobre la Avenida de los Insurgentes, pero en su intersección con la Avenida Félix Cuevas, en Mixcoac, se ejerció la prostitución gay por más de una década. Comenzó como un punto de encuentros casuales, de ligues callejeros, porque a escasos 100 metros de ahí fueron abiertos un par de antros (el L´Barón y El Vaquero) que -a diferencia del mejor bar de la Zona Rosa, El Nueve- cerraban sus puertas hasta el amanecer. 


La movida esquina cayó por su propio peso a mediados de los años noventa, pues la paulatina y descarada complicidad entre los prostitutos y las patrullas de la policía terminaron por ahuyentar a los muy numerosos clientes.



Algunos otros frecuentaban la prostitución en la Alameda Central y en el monumento a José Martí, en el Centro Histórico de la ciudad; ahí se podía encontrar a jóvenes militares que salían francos (en su día de descanso) o a chicos proletarios que -en ambos casos- habían encontrado en la prostitución un ingreso monetario adicional. Indudablemente, a muchos les resultaba muy atractivo este tipo de chicos, nada parecidos a los sofisticados jovencitos gays a los que se veía en la Zona Rosa o en los antros.


 También, afuera del restauranteSanborn´s del Ángel y en las calles aledañas a la Embajada Norteamericana y al Hotel Sheraton, a un lado de la Columna de la Independencia, en la acera lateral del Paseo de la Reforma, fueron sitios muy socorridos por todo tipo de prostitutos gays (incluso “vestidas”) y por clientes ansiosos de sexo ocasional.
Con el tiempo, a estas calles también llegaron las extorsiones policíacas y los asaltos orquestados por el crimen organizado, lo que hizo que clientes y muchos vendedores de sexo emigraran a unas cuadras más hacia el poniente del Paseo de la Reforma, allá por los alrededores del edificio que alberga las oficinas centrales del Instituto Mexicano del Seguro Social, entre las calles de Hamburgo, Lieja y Florencia. 

Actualmente y ya desde hace varios años atrás, esta zona de prostitución gay experimenta el mismo fenómeno que se ha repetido desde los años setenta en las calles de la ciudad: abusos y extorsiones por parte de las fuerzas policíacas en contra de  los prostitutos y de sus clientes, primero,  y, posteriormente, el establecimiento de vínculos de complicidad entre algunos prostitutos y los policías corruptos en afectación directa o en contra de los clientes.

Si bien ha habido esfuerzos aislados de personas u organizaciones por denunciar estos hechos y pretendidamente buscar defender a los sexoservidores de estas zonas de la ciudad, lo cierto es que no lo han hecho como un trabajo socialmente comprometido y que, en última instancia, sólo han buscado cooptar a estos chicos para constituir provechosos negocios (agencias de sexoservicio), como la llamada “Sexy-Clean” (chicos rentados como sirvientes domésticos y sexuales) o la que existió durante algún tiempo en el Hotel Ámbar (en la calle de Pino Suárez) y, después, en el portal Web de un magazine gay. Al parecer, el único tipo de “Unión” que está teniendo resultados en la defensa de los sexoservidores, tanto heterosexuales como gays, es aquella que surge de los mismos actores de la prostitución y en la que no existe la intermediación de tramposos oportunistas o pretendidos líderes sociales.

- Prostitución gay “indoors”.-
Con el avance y profundización de la crisis económica en el país, la práctica de subir al auto a cualquier desconocido en la calle se volvió algo altamente riesgoso para los gays de las clases medias y altas. Se comenzó a escuchar -cada vez con más frecuencia- sobre asaltos, golpizas y hasta asesinatos en contra de personas conocidas y por parte de supuestos ligues callejeros. La prostitución en la vía pública se transformó en una actividad verdaderamente peligrosa tanto para los vendedores como para los compradores de sexo; en consecuencia, quienes no querían correr riesgos innecesarios, pero gozaban enormemente de contratar sexoservidores, emigraron a otros espacios donde la prostitución gay sí daba garantías de seguridad para ambos: las agencias de sexoservicio (había quienes bromeaban por la creciente inseguridad en la ciudad y decían que: “los taxis, de sitio; y los chichifos, de agencia“).


Quizás la primer agencia de prostitución gay de la que tengamos memoria en la Ciudad de México, fue aquella que era propiedad del famoso drag-queen conocido como “la Xóchitl”, allá a finales de los años setenta; sin embargo, ese discreto edificio de la colonia Verónica Anzures en realidad era un burdel de mujeres prostitutas y sólo excepcionalmente su dueño -Gustavo- hacía muy discretos negocios con algunos de sus clientes (políticos del régimen lopezportillista) proporcionándoles los servicios de sus guapos escoltas (como los famosos gemelos rubios o el moreno de cejas pobladas Salvador) o de despampanantes travestís traídos desde el Puerto de  Veracruz o de Jalisco.


Sin embargo, las referencias que tenemos de una agencia dedicada exclusivamente al servicio de varones homosexuales se remontan hasta mediados de los años ochenta, donde un personaje de nombre “Dante” se anunciaba en los avisos de ocasión de las nacientes revistas gays de la ciudad (como el Macho-Tips o el Hermes) ofreciendo abiertamente servicios de prostitución (o “acompañamiento”). La mecánica era simple: le llamabas por teléfono, te describía al o a los chicos disponibles, establecía la tarifa y te pedía tu número telefónico para confirmar el trato; a los pocos minutos te regresaba la llamada, pedía la dirección del encuentro y te enviaba al chico a la hora acordada. Cogías, pagabas y se iba. 

Usualmente, la comisión que el dueño de la agencia (o “lenón”) acordaba con el prostituto, iba entre el 40 y el 50% de la tarifa cobrada al cliente. Como es lógico, muchos de estos chicos establecían contacto directo con el cliente para no tener que compartir comisiones con el intermediario; más adelante, a mediados de los años noventa y saliendo de la clandestinidad, surgirían prostitutos dueños de su propia empresa, de su propio nombre (Viktor “El Ruso”, Shelton, Martel y otros) y -más importante- con su propia cartera de clientes.


Poco a poco, y apoyados por una naciente industria editorial gay, a lo largo de los años noventa fueron surgiendo nuevas agencias de prostitutos (ahora llamados eufemísticamente acompañantes -o escorts-, sexoservidores o masajistas). Sin embargo, éstas comenzaron a decaer y a desaparecer ante la llegada a México de dos importantes avances tecnológicos: el teléfono celular y la Internet.


El teléfono celular le dio la posibilidad a los sexoservidores de hablar con sus clientes en cualquier lugar y a cualquier hora, pero -sobre todo- de olvidarse por completo de la intermediación y el pago de comisiones a un lenón o a una agencia. Nuevamente apoyados por los editores de revistas gays, pero también de otras publicaciones impresas (como la sección de “masajistas” de Tiempo Libre), comenzaron a verse anuncios individuales de chicos ofertando sus servicios y con su número de teléfono celular para contactarles directamente. Por su parte, la Internet ha significado también una transformación sustancial en lo referente a la prostitución (heterosexual y gay), ya que ha propiciado nuevas y diferentes vías de comunicación entre los vendedores y los compradores del servicio. Actualmente, si quieres contratar a un prostituto, sólo tienes que salir a la calle para comprar los condones; al chico lo consigues desde la comodidad de tu hogar. Así de simple.


Por su parte, existen dos modalidades para acceder a servicios deescorts (como actualmente está de moda llamarle a los sexoservidores) utilizando la Internet: consultar la sección correspondiente en los principales portales gays del país o la localidad de que se trate, y ver ahí la oferta disponible; o acceder directamente al book o portafolio virtual de un chico determinado. En cualquier caso, ambas partes, el cliente y el prestador del servicio, cuentan hoy con mayores garantías y disminuyen el riesgo de que la transacción traiga consigo sorpresas inesperadas. 

Como es lógico, estos avances tecnológicos -el teléfono celular y la Internet- trajeron consigo enormes beneficios económicos para los sexoservidores, pero también para los clientes que ahora sacaban de la negociación a ese incómodo tercer actor de la prostitución callejera: la policía corrupta.

LA HOMSEXUALIDAD TRAE LA PROSTITUCION A LA SOCIEDAD
- Prostitución y legalidad.-
En México, han surgido diversas iniciativas locales para legislar sobre la actividad de la prostitución, quizás debido a las crecientes denuncias de corrupción y violencia policíaca en contra de quienes la ejercen, o tal vez para regular un mercado en el que fluyen cuantiosos recursos económicos. Lo que sí es un hecho innegable, es que -como en muchos ámbitos de la actividad social- es necesario configurar con precisión, reconocer y dar certeza jurídica a una realidad por demás vigente y actuante.


Cálculos conservadores de los diputados de la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal, indican que alrededor de 40 mil personas ejercen la prostitución sólo en esta ciudad; las premisas fundamentales de la iniciativa -presentada por Juan Bustos, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa- radican en “reconocer la dignidad de las personas que realizan el servicio de sexo” y establecer la “obligación del Estado, que debe atender y brindarles toda la asistencia social a la que tenemos derechos todos”.  


El primer paso del proyecto de Bustos sería la anulación del artículo de la Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal que considera una “infracción contra la tranquilidad de las personas invitar a la prostitución o ejercerla, así como solicitar dicho servicio” y que fija sanciones económicas para su práctica.


Sin duda, legislar en la materia sería un gran avance para dar seguridad no sólo a los miles de mujeres y hombres que, por uno u otro motivo, ejercen la prostitución en la Ciudad de México; sino, también, significaría erradicar la enorme corrupción policíaca y judicial que -hoy por hoy- vive de la ilegalidad, la indefinición o la ambigüedad jurídica de esta actividad.


El día que sea reconocido el fenómeno de la prostitución como un componente socialmente funcional (y hasta necesario), entendiéndole sin la contaminación de visiones conservadoras y retrógradas de supuesta moral y  ética, será cuando como sociedad demos un paso hacia adelante en la consolidación de garantías para respetar los derechos humanos y ciudadanos de miles de personas trabajadoras del sexo. 

Más aún, dicho reconocimiento dará paso a la consolidación, legalización y regulación de un mercado que puede aportar incontables beneficios a la sociedad en su conjunto a través no sólo del pago de contribuciones y/o impuestos públicos, sino mediante el derribo de tabúes inútiles que sólo han escamoteado información vital para comprender a la sexualidad humana en plenitud. 

También, la naciente industria mexicana de la pornografía, por ejemplo, prosperaría y saldría de la clandestinidad que hoy le oprime y le hace sucumbir ante la aplastante competencia del mercado norteamericano; con reglas claras los beneficios alcanzarían a muchos. 

En fin, es incuestionable que son mayores los beneficios a los perjuicios que traería consigo el legislar sobre una actividad que -a final de cuentas- existe y se realiza a pesar de cualquiera y de todos.

COMO DESTRUYE LA HOMOSEXUALIDAD A LA SOCIEDAD VEALO....

- Prostitución homosexual en el mundo.-
El sentido social de la prostitución masculina -y quizás también de la femenina- conserva hasta mediados del siglo XX un velo de misticismo que, incluso, le justifica y le engrandece (pues es intrínsecamente subversiva y, como tal, tiene un vínculo indisoluble con el progreso y con la libertad). En México, el famoso compositor e intérprete naturalizado veracruzano, Agustín Lara, es quizás el ejemplo más destacado de esa valoración casi sacra, dramática y hasta con causa social, que se hizo de la prostitución femenina a mediados del siglo pasado.

Sin embargo, cuando en la década de los años setenta sobreviene la Revolución Sexual y los movimientos de liberación gay (principalmente en Inglaterra, Francia y los Estados Unidos de Norteamérica), la prostitución homosexual adquiere dimensiones hasta esos días impensables y un carácter más abierto, mucho más vinculado al intercambio capitalista y a la economía de mercado. Así, la actividad es arrancada de la clandestinidad y es llevada a los vistosos aparadores donde se exhiben los productos más exquisitos que despiertan el apetito de los ansiosos consumidores. En las principales ciudades de la Unión Americana -como Los Ángeles, Nueva York, San Francisco, Houston o Miami- y en algunas capitales europeas, comenzó a ser común la publicación de “guías gay” para dar a conocer los sitios de reunión de la comunidad homosexual local, pero también empezaron a publicarse ahí llamativos anuncios de agencias de “hustlers” (o prostitutos gays).

DIOS HABLA POR SUS OBISPOS......



La condición de gay es, según el pastor católico, un trastorno psicológico. Una anormalidad. 


Algo similar a una infección en la psique. 

Y tiene remedio. 

Y hasta tratamiento. 

Para “demostrarlo”, Reig ha colgado en la web del obispado algunos testimonios que dan cuenta de cómo hay individuos que han superado tal dolencia y, de paso, narran “los sufrimientos vividos durante el tiempo que sintieron atracción sexual hacia personas del mismo sexo”. 

Tal cual. 

El síndrome lo ha denominado, muy científicamente, AMS(Atracción hacia el Mismo Sexo, si acaso no quedó claro el porqué del acrónimo), y el encabezado que acoge estos relatos reza: “Hemos salido del infierno”. 

Ahí aparecen cuatro historias contadas en primera persona: de una ecuatoriana, un médico venezolano y dos jóvenes, que, palabras más y menos, coinciden en que la “experiencia AMS” empezó como una “confusión”, se convirtió luego en un “infierno”, pero que, a la luz de la espiritualidad católica, descubrieron que podían “sanar” de ese mal. 

Y así.

Por supuesto, en otro acá-pite de dicha web se leen textos de solidaridad hacia el obispo, donde destaca el de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos, que señala: “No compartimos la práctica de la homosexualidad por no estar conforme con la sana antropología ni con la Santa Biblia. 

La homosexualidad no es pro-natura. Monseñor Reig tiene toda la razón”. Y otros creyentes lo describen como un “coloso de la verdad”. O “un mártir por la fe”. 

En resumen, el gay es como un ser inoculado por un virus. Pero un virus que puede ser eliminado con psicoterapia y la gracia de Cristo. Y ese es, si no quedó claro, el camino que debería seguir todo bípedo infectado por el AMS para, de esa manera, evitar el averno y las tinieblas eternas.

Que gran satisfacción da ver a un obispo católico defendiendo la fe, los mandatos divinos y luchando como se debe, contra esta terrible enfermedad, que es la homosexualidad.
Una conducta tan asquerosa, perversa, malsana, debe ser vista por los siquiatras, de todo el mundo.



El obispo de Alcalá de Henares (Madrid), Juan Antonio Reig Pla, aseguró que la homosexualidad puede ser curada “con una terapia apropiada”. Agregó que esta sería más efectiva “si la práctica de actos homosexuales no se han enraizado”.
En declaraciones a la publicación “Religión en Libertad”, indicó que “con la ayuda de la gracia de Dios y acompañados por sacerdotes, orientadores y catequistas y ayudados, en su caso, por profesionales, las personas con orientación sexual hacia el mismo sexo pueden vivir en castidad”.
Según informó la web News Republic, esta es la segunda manifestación de este tipo que tiene Reig Pla en dos semanas. La primera se dio en la misa del Jueves Santo, en la que el sacerdote asoció la homosexualidad con la corrupción, la prostitución y el abuso.

HOMOSEXUALIDAD


HOMOSEXUALES OFENDEN A DIOS


Para algunos humanistas, activistas de derechos humanos, intelectuales, la homosexualidad es un estilo de vida, que no le hace daño a nadie, ni significa un peligro para la humanidad.
Para otros, defensores de los derechos sociales, los grupos  homosexuales, tienen los mismos derechos, que cualquier otra persona, en la sociedad.  Incluso ya hay países, donde las leyes, están permitiendo los matrimonios entre homosexuales.
Así las cosas, vemos que el homosexual, en la cultura occidental cristiana, ha logrado, pervertir el  sistema legal, destruir los sagrados principios cristianos, que condenan, de plano y sin ambigüedades, la homosexualidad.
Si leemos las cartas de San Pablo, encontraremos en su enseñanza, que se considera inspirada por el espíritu Santo, que se condena y señala incluso, que ni fornicarios, ni prostitutas, ni homosexuales entraran en el Reino de los Cielos.
Ni hay en ninguna forma, ninguna concesión, aceptación, de la homosexualidad.
Pero esto, no ocurre únicamente en la escritura sagrada cristiana, lo vemos además en los libros sagrados del mundo árabe: El Corán.
Tenemos entonces que tanto en la Biblia, el Corán, Libros Sagrados, se condena la homosexualidad.
¿Esto, es una arbitrariedad? ¿Esto es intolerancia? ¿Esto es contra los derechos humanos?
No. No lo es.
¿Por qué será entonces que libros sagrados, religiones que agrupan a más del 90 % de habitantes del globo, condenan la homosexualidad?
Creemos que por estas razones:

1.- La homosexualidad ofende a Dios Todopoderoso.
2.- La homosexualidad es una macula en la familia, es un motivo de vergüenza.
3.- La homosexualidad es una conducta asquerosa.
4.- La homosexualidad es una conducta diabólica, malsana.
5.- Los homosexuales pervierten a cuanto niño, adolescente joven, o adulto tienen a su alcance.
6.- La homosexualidad es maldita.
7.- La homosexualidad trajo las peores enfermedades para el hombre, como un castigo divino.
8.- La homosexualidad ante los ojos de Dios es pecado mortal.
9.- Un homosexual, no es un ser normal, es un anormal.
   10.- Un homosexual no merece respeto, de nadie, es un
          ser maldito.
     Ud. me dirá, que su pareja es un maricon ingeniero, economista, medico, juez, ……que es una persona provechosa, pero lo que no me dirá jamás, es que su pareja, hablando francamente, es un depravado, asqueroso, pervertido, hijo del demonio, alguien que es un motivo de vergüenza para la sociedad.
     ¿Por qué no me lo dirá?
     Porque Ud. es lo mismo.
     Ud. es otro pederasta asqueroso, pervertido, malnacido, a quien no le importa la vergüenza enorme que sufren los parientes, el padre y la madre, de su pareja.
     En países modernos como Ucrania esta prohibida por ley cualquier forma de publicidad, promoción, que intente decir, enseñar, difundir, que la homosexualidad es un estilo de vida valido, bueno. Lo que aplaudimos de pie, quienes exigimos se respete la ley divina, el Evangelio, la Fe Cristina, Musulmana.
     Ya Adolfo Hitler, en el siglo pasado, persiguió a los homosexuales, en toda Europa. Cuanta falta hacen lideres con cojones, valientes, que luchen contra las depravaciones del ser humano.
     Hoy día en muchísimos países árabes, los homosexuales, son ejecutados, azotados, confinados en cárcel, castigados con gran severidad, porque su conducta es una ofensa a Dios. Que sabios que son esos pueblos, tan alejados.
     Por allí, alguien intentaba dar una explicación, del porque en Latinoamérica se mata a tantos homosexuales, porque aparecen muertos, en las calles, playas, etc.
     La explicación es muy simple. Porque hay personas, que hartas, de tanta humillación publica, no soportan la vergüenza que provoca ver a tanto depravado, en su barrio, en su calle, en las principales avenidas.  Se organizan, los vigilan varios meses, ubican su domicilio, sus lugares de diversión, luego los secuestran y los matan a balazos, para de ese modo a su manera limpiar las calles de tanta depravación, de tanto monstruo, pervertido.
     Esta es una medida, arbitraria, violenta, criminal, pero es la única alternativa que tienen los jóvenes, que no quieren un país de maricones, dominado por depravados, por gays.
     En el colmo, en algunos países, que hoy día son un símbolo de la perdición, de la vergüenza moral, social, como Argentina, se celebran farsas de matrimonios.
     Esta burla contra los sagrados sacramentos, no quedara jamás impune, Dios la castigara con fuego, muerte violenta por años, con enfermedades horribles, dolorosas, para que así, agonicen por largos meses, todos aquellos, que creen, que el no existe, que su majestad, puede ser mancillada y su Santo Nombre: maldecido por  la conducta asquerosa de seres, que el no creo. Seres que son el resultado del pecado, de la adoración al demonio.

HOMOSEXUALIDAD EN PAÍSES ARABES

PAISES ARABES SON EJEMPLO DE DECENCIA, VIRTUD.

“El armario enclaustrado”,homosexuales en los países árabes del Oriente Medio En nuestro país para referirnos a la acción que alguien realiza cuando asume su verdadera condición sexual,decimos popularmente que ha salido del armario.


Esa expresión con todo su tinte cómico quedará para siempre como un legado de la Transición, por antagonismo al “maricón” del Franquismo y sus detenciones masivas.   

Todavía son muchos los homosexuales que recuerdan con dureza la represión anterior a la llegada de la democracia.Las burlas,los insultos y los arrestos que se producían durante las redadas masivas, son solo algunos de esos atropellos.


Por no hablar de los primeros momentos, en los que el castizo “maricón” se mezclaba con los fusilamientos; como bien comprobaría el autor de “Yerma” y de tantas otras obras maravillosas.

La situación en los países árabes.    

Entre los estados árabes que castigan con la vida el “delito” se encuentran países como Arabia Saudí, Mauritania o Yemen.

En el resto del mundo árabe, las cosas tampoco son fáciles para los gays y las lesbianas: pueden ser condenados a largas penas en países como Argelia, Jordania, Kuwait, Libia, Marruecos, Siria o Tunicia.


“ A la intolerancia y a la persecución se les viene a unir el rechazo social, inculcado en el mundo árabe por las autoridades desde las escuelas y los medios de comunicación, ya que la homosexualidad es considerada un estigma social y una práctica “innoble” e “inmoral” por las autoridades religiosas”


El caso saudí En Arabia Saudí, país muy opaco informativamente hablando, los gays y lesbianas denunciados simplemente por sus vecinos son condenados a largas condenas en condiciones infrahumanas y la mayor parte de las veces incluso torturados.








Al menos hay, según aseguran algunas organizaciones de derechos humanos, un centenar de gays y lesbianas encarcelados, aunque las autoridades raras veces informan acerca de estos procesos y las familias tampoco reclaman por estos detenidos “indignos”.


Un ejemplo reciente en Abu Dhabi Recientemente, en uno de los innumerables procesos que se llevan contra los homosexuales en los países árabes, 26 hombres fueron condenados en Abu Dhabi por haber cometido “actos indecentes”, según aseguraba la condena ejemplarizante y con carácter intimidatorio contra estas prácticas.

  Los procesados habían sido arrestados en un hotel de esta ciudad, donde festejaban una de las numerosas fiestas clandestinas gays que se celebran en los Emiratos Árabes Unidos.  



Hace años ya hubo una gran redada en este emirato contra una discoteca que celebraba estas fiestas y se anunciaba abiertamente por los voceros oficiales. Las fiestas gays, desde luego, no son toleradas por la policía religiosa de este pequeño estado.



 Los condenados, como otras decenas de gays detenidos en los Emiratos, serán probablemente enviados a la prisión de Al Wazba, una de las más duras y completamente aislada de cualquier núcleo urbano.



 Al parecer, cuentan los que han sobrevivido a esta gran ergástula del siglo XXI, las temperaturas en el recinto son superiores a los 40 grados, escasea el agua y las condiciones higiénicas son deplorables. Es decir, todo un dechado de “modernidad” y “respeto” a los derechos de los detenidos.



El ignorado caso egipcio Egipto, país muy visitado por los europeos y generalmente admirado y respetado por los gobiernos occidentales, es otro ejemplo del trato denigrante, vejatorio y demencial que padecen los homosexuales en el mundo árabe.



Hace cinco años una cincuentena de gays fueron detenidos durante una fiesta clandestina que se celebraba en un barco que recorría el Nilo. Los arrestados fueron conducidos a juicio ocultando su identidad y alojados en grandes jaulas, como si fueran animales de exhibición, para después ser condenados a largas penas.



 Sus nombres, para mayor escarnio y castigo ante la sociedad, fueron ampliamente difundidos por las autoridades locales. Ni la presión internacional ni las protestas de las organizaciones de derechos humanos consiguieron que las autoridades de El Cairo pusieran en libertad a estos individuos.



Amnistía Internacional, hasta fechas muy recientes muy remisa con la persecución de los homosexuales en el mundo, denunció este caso y fue ampliamente conocido en todo el mundo.

PAISES EJEMPLO QUE CASTIGAN A LOS HOMOSEXUALES, COMO SE DEBE.

En siete países que aplican la sharia, la homosexualidad se castiga con azotes y hasta con la pena capital Estos países africanos y asiáticos -Sudán, Irán, Pakistán, Arabia Saudí, Mauritania, Afganistán y Yemen- son de religión islámica y mantienen en vigor la sharia, la ley aplicable para los musulmanes que surge del Corán y del ejemplo de vida del profeta Mahoma.


La sharia condena el sexo fuera del matrimonio. Dentro de esa condena, se incluyen las relaciones entre personas del mismo sexo.


Según se desprende de un informe publicado recientemente por la Liga Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA, por sus siglas en inglés) sobre la situación legal de la homosexualidad en el mundo, las cortes a cargo de juzgar las relaciones gays en estos siete países las ven por lo general como un agravante de las extramaritales heterosexuales, algo que, según la entidad, pone a los acusados lejos de un juicio justo y muy cerca de la muerte o de severos castigos físicos.




El director de la Casa para la Difusión del Islam en Argentina, el jeque Mohsen Ali, explicó a LA NACION (1) que los países mencionados no deberían aplicar la pena de muerte en estos casos, “en tanto que no aseguren la plena vigencia de la sharia en los aspectos que benefician a la comunidad, como el fomento del bien, la justicia social y la educación para todos”.



“La sharia sólo puede aplicarse en una sociedad ciento por ciento islámica -añadió-.

Hoy no tenemos eso y no se puede aplicar en todo su rigor. Va contra la sharia si se hace.

Estos [siete] países vienen de un largo proceso de colonización francesa, otomana o inglesa, y poco a poco el Islam va ganando terreno.”



Según la ILGA, en Arabia Saudí las relaciones gays merecen, en el caso de una persona casada, la pena de muerte por apedreamiento, y azotes y destierro en el caso de una persona soltera.


En octubre de 1996, Amnistía Internacional informó que 24 trabajadores filipinos habían sido sentenciados a 200 azotes en Arabia Saudita luego de que fueran arrestados por su presunta conducta homosexual.



En septiembre de 1996, la agencia de noticias UPI aseguró que por lo menos una de las 200 personas que habían sido decapitadas en Arabia Saudita en 1995 fue condenada por ser homosexual. La ofensiva contra la homosexualidad también puede redundar, en estos países, en limitaciones a la libertad de prensa. Tres periodistas fueron condenados a tres meses de prisión en Yemen en mayo del año pasado por haber publicado una entrevista con un homosexual encarcelado.



El riesgo que corre la vida de los homosexuales en estas siete naciones determinó que se produjeran algunos casos de asilo político. Entre 1994 y 1996, Estados Unidos recibió a tres gays pakistaníes y Canadá, a uno. Estados Unidos también concedió asilo a un mauritano en 1997. Luego de llegar al país, el solicitante informó a su familia de que era gay.




 Según dijo a los funcionarios estadounidenses, su padre amenazó con matarlo y con denunciarlo a las autoridades islámicas si volvía a casa. Conclusión Menos noticias hay del resto de los países árabes, pero la situación es muy parecida.




 Espero que estos casos sirvan para ilustrar la persecución que sufren los gays y lesbianas en un mundo muy hostil y dominado, en la mayor parte de los casos, por una rígida y estricta interpretación de ciertos principios religiosos.


Numerosos homosexuales del mundo árabe han buscado y buscan refugio en los países europeos(2) , dejando atrás un reguero de humillaciones, castigos y muchas veces injustas penas. Viven, como reza el título de este artículo, entre la represión y la clandestinidad. (1) Conocido periódico argentino. (2) Decenas de homosexuales de países árabes han encontrado un hogar en Europa Occidental,Estados Unidos o Canadá.

El caso palestino es singular,más de trescientos homosexuales de este origen se han mudado a Israel.

COMENTARIO:

LA HOMOSEXUALIDAD ES UNA OFENSA AL CREADOR DIVINO, A SU EMISARIO.

DIOS CREO AL HOMBRE Y A LA MUJER, VARON Y HEMBRA LOS CREO,

LOS HOMOSEXUALES, NO SON, NI SERAN JAMAS LA IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS, SON LA IMGEN Y SEMEJANZA DEL DEMONIO, DEL TENTADOR, DEL DIABLO.....SON HIJOS DE LA PERDICION...........

MENOS MAL HAY PAISES, COMO LOS ARABES Y TAMBIEN EN EUROPA ORIENTAL, DONDE ESTA PENALIZADA TODA FORMA DE PRUBLICIDAD, PROPAGANDA QUE APOYE, RESPALDE LA HOMOSEXUALIDAD.

 

REVISTA CIENTIFICA ALERTA AL MUNDO....

LA HOMOSEXUALIDAD ES UN TRASTORNO SIQUIATRICO, UNA ENFERMEDAD MENTAL

REVISTA CIENTÍFICA ARCHIVES OF SEXUAL BEHAVIOR, LO DEMUESTRA.
FOTO ASQUEROSA DE HOMOSEXUALES (ENFERMOS MENTALES)
WASHINGTON DC, 8 Oct. 03 / 02:10 pm (ACI).- La última edición de la revista científica Archives of Sexual Behavior publicó esta semana el famoso estudio realizado por uno de los expertos en epidemiología psiquiátrica más importantes en el mundo, Robert L. Spitzer, que a través de numerosos casos médicos demuestra que la homosexualidad es una enfermedad y puede curarse. El estudio fue presentado hace dos años en el Congreso de la Asociación Psiquiátrica Americana, luego de que Spitzer se retractara de la postura que lo hizo impulsar en 1973 el retiro de la homosexualidad de la lista de desórdenes psiquiátricos.
La investigación basada en más de 200 casos explica cómo los hombres y mujeres homosexuales son capaces de ser predominantemente heterosexuales luego de una psicoterapia ofrecida en su gran parte por organizaciones religiosas.
Según el Dr. Spitzer profesor de psiquiatría en la Universidad de Columbia en Nueva York, aunque la mayoría de homosexuales se declaran seguro de sus preferencias sexuales, otro grupo preferiría adoptar un estilo de vida heterosexual.
Considero que las personas que se sienten angustiadas por su homosexualidad tienen todo el derecho de llevar a cabo esta terapia, afirmó el experto y agregó que en algunos de los sujetos, los reportes de cambio en la orientación sexual fueron sustanciales y creíbles.
Los 200 pacientes que participaron en el estudio 143 hombres y 57 mujeres provinieron principalmente de Estados Unidos y Canadá, pero otros de Europa.
Según el psiquiatra, este estudio nos da evidencia de que hombres y mujeres homosexuales son capaces de cambiar su orientación sexual. Casi todos los participantes manifestaron cambios sustanciales en su orientación, y no sólo en una supuesta actitud’”.
Comentario:
Ya lo habiamos dicho en varios articulos, para aclarar que la homosexualidad, ademas de una perversion asquerosa, antinatural, contraria a las enseñanzas de Jesucristo, Mahoma, Buda, es una afrenta contra la condicion humana, contra la imagen del creador.
El homosexual, es un ser vil, digno de lastima, que debe ser proscrito en todo sitio decente, en todo centro laboral, donde se quiere trabajar en paz, sin tener que observar, muecas asquerosas, ni exponer a los trabajadores, a depravaciones.
Los homosexuales, no son, ni seran jamas, imagen y semenjanza de Dios.
Son la imagen y semejanza de Caligula, de Neron, emperadores romanos pervertidos , que encontraron muertes atroces, a manos de sus propios pueblos.
No es raro tener noticias, de que maricones, son quemados, cortados, asesinados, baleados, que los encuentran muertos, en su salon de belleza, en su departamento y que los que los matan, son nada mas y nada menos, que sus amantes, sus parejas.
Ese es el castigo divino, la sombra que los persigue, por todo el planeta.
"Merecen la muerte, merecen moriri por depravados, por ofender al Creador, que nos hizo a su imagen y semejanza: "hombre y mujer los creo......"