¡No se olviden de Alepo, no se olviden de Siria. A menos que nosotros estemos todos seguros, ustedes tampoco sentirán seguridad. ¡Vuelvan, vuelvan! Todos aquellos que comparen esta opresión y tortura pagarán por ello", exclamó el hombre tras disparar varias veces y matar al embajador ruso en Turquía.
Alepo es la ciudad siria que el gobierno del presidente Bashar al Asad, con el apoyo de los bombardeos de la fuerza aérea rusa, logró arrebatar hace unos días a los rebeldes que se le oponen.
Desde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, indicaron que el gobierno de al Assad suspendió la evacuación de Alepo, luego de que el convoy de colectivos que iban a barrios asediados por rebeldes islamistas fueran atacados e incendiados.
Estas operaciones de evacuación han sido posibles gracias al acuerdo alcanzado entre Turquía, aliada de los rebeldes, e Irán y Rusia, que respaldan al Gobierno de Damasco, apuntó el Observatorio, pero el asesino del embajador responsabilizó a Al Assad por no garantizar la seguridad.
Según la BBC en Turquía, en los últimos días se han producido varias protestas a la afueras del consulado ruso en Estambul por la intervención militar de Moscú en Siria.
Tras sufrir un grave impasse en noviembre de 2015, cuando Ankara derribó un avión de guerra ruso que volaba junto a su frontera con Siria, las cosas estaban mejorando.
En agosto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, cerraron un acuerdo para la venta de gas y acordaron reparar sus relaciones y restaurar los lazos económicos.