El Ejército de Nigeria mató a 350 musulmanes chiíes y los enterró en una fosa común
Amnistía Internacional ha acusado en un informe al Ejército nigeriano dedisparar de forma deliberada a 350 musulmanes chiíes. A continuación los militares habrían enterrado los cuerpos en fosas comunes y destruido las pruebas de la carnicería.
El acontecimiento tuvo lugar, según la organización, entre el 12 y 13 de diciembre del año pasado en Zaria, un bastión del Movimiento Islámico de Nigeria (MIN) al norte del país.
Los miembros del MIN bloquearon el convoy del jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Yusuf Tukur Buratai, mientras se encontraban en plena procesión religiosa, causando la represión brutal de los militares.
Entre las víctimas mortales hay mujeres y niños. Zainab, de 16 años, cuenta en el informe: "Llevábamos nuestros uniformes escolares. Mi amigo fue disparado en la frente . Lo llevamos a casa para que le curasen la herida pero antes de llegar ya había muerto".
Otro estudiante de 22 años llamado Alyyu, que fue disparado en el pecho, asegura a los investigadores de la organización que los militares asaltaron la clínica donde se curaba las heridas: "Los soldados empezaron a llamarnos a todos, nos decían que saliésemos. Pero la gente estaba muy asustada como para obedecer. Sabíamos que nos matarían. Empezaron a tirar granadas dentro del complejo y vi a un militar sobre el muro del patio disparando hacia nosotros".
En el informe, Amnistía Internacional considera que los argumentos del Ejército nigeriano, según los cuales los partidarios del MIN trataron de asesinar al general, no tienen fundamento.
El jefe del MIN, Ibrahim Zakzaky, y su esposa permanecen presos en Zaria desde que se produjeran los hechos. Además, el líder chiíta perdió un ojo durante los enfrentamientos.
El Ejército, que a menudo ha sido acusado de abusos contra la población civil en su lucha contra el grupo terrorista Boko Haram, sostiene que sus tropas reaccionaron adecuadamente, que el líder chií se está recuperando y que la cifra de fallecidos en el encontronazo no fue superior a 7, una cifra muy inferior a la denuncia de 350 víctimas inocentes que hace la organización internacional.
El informe de Amnistía aparece en un escenario de de acusaciones mutuas entre las partes. Sin embargo, el grupo de defensa de los Derechos Humanos tiene claro que el Ejército actuó de forma "ilegal" en Zaria disparando"a ciegas" contra civiles desarmados.
El Ejército quema las pruebas de la carnicería
"El Ejército de Nigeria no ha presentado pruebas que defiendan sus alegaciones sobre el intento de asesinato del jefe del Estado Mayor del Ejército por parte de los miembros del MIN", señala el texto Amnistía, dónde también se asegura que el "Ejército de Nigeria ha quemado vivas a varias personas y ha arrojado los cuerpos en fosas comunes".
La mayor parte de las pruebas fueron "meticulosamente destruidas", según Amnistía, que detalla así lo sucedido: "Se escondieron los cuerpos, se limpiaron los escombros de restos de sangre y se recogieron las balas y los casquillos de la calle".
Los soldados también acordonaron la zona que rodea la residencia de Zakzaky, que fue destruida y un centro cultural.
Los médicos del Hospital de la Universidad Ahmadu Bello han asegurado que el ejército rodeó durante dos días el depósito de cadáveres.
En el informe de Amnistía aparecen imágenes vía satélite que muestran la ubicación de una "posible fosa común" en el área de Manda, cerca de la capital del estado, Kaduna, a unos 80 kilómetros de Zaria.
A pesar del compromiso del presidente, Muhammadu Buhari, de investigar los posibles crímenes de guerra, "hasta la fecha, no se han tomado medidas concretas para poner fin a la impunidad de esos crímenes", lamenta Amnistía.
Medios nigerianos han señalado que los fiscales presentes en Kaduna han solicitado la pena de muerte para los 50 miembros del MIN acusados de matar a un soldado en el incidente inicial en Zaria.
Ibrahim Zakzaky y el MIN se han enfrentado en numerosas ocasiones con las autoridades nigerianas por su particular lucha por imponer el terror y crear un estado islámico similar al de Irán. El líder religioso ha sido encarcelado varias veces.
En Nigeria, los chiítas son una pequeña minoría dentro de la comunidad musulmana, de mayoría suní, que constituyen la mitad de la población.