Cuatro sujetos que
asesinaron salvajemente a un joven gay
fueron condenados el lunes a cadena perpetua y a penas de 15 y siete años de
cárcel, sin beneficios, informó el Cuarto Tribunal Oral en lo Penal.
Daniel Zamudio fue asesinado
la madrugada del 3 de marzo de 2012, por los condenados, que lo atacaron por su
condición de homosexual, según estableció la investigación judicial
El mismo día en que se
conoció la sentencia, otro joven de 21 años fue golpeado en Rancagua en forma
similar a la de Zamudio y está en peligro de muerte.
Zamudio fue pateado en la
cabeza, quemado con cigarrillos, golpeado con una botella, le fracturaron una
pierna con una roca y le tatuaron esvásticas en su cuerpo. El asesinato de
Zamudio remeció a la opinión pública y el Congreso que, en una acción inusual,
aprobó rápidamente una ley que castiga la discriminación conocida como
"Ley Zamudio", que establece penas más duras para este tipo de
crímenes.
Los condenados, todos
jóvenes, fueron ingresados con las manos esposadas y sentados delante de un
escritorio, donde escucharon la rápida lectura de
sus condenas.
Patricio Ahumada Garay, el
más cruel según el juicio, fue condenado a cadena perpetua; Alejandro Angulo
Tapia y Raúl López Fuentes, a 15 años, y Fabián Mora Mora, a 7 años. La condena
de primera instancia puede ser apelada en la Corte de Apelaciones.
Concluida la breve lectura
de las penas, se escucharon algunos aplausos, mientras en un gesto irónico,
Ahumada levantó los brazos y simuló aplaudir. Cuando un par de minutos después
fue sacado del tribunal junto con los otros condenados, habló en voz alta y
apuntó con un dedo índice acusando a los jueces de que fueron comprados, según
periodistas que estaban en la sala.
Jacqueline Vera, madre de
Daniel Zamudio, se quejó de que tres de los asesinos no fueran condenados a
presidio perpetuo. "Yo quiero que se pudran en la cárcel, que se
sequen", declaró a la salida del tribunal.
"Yo tengo un sabor
amargo en la boca, porque merecían penas mucho más altas, lamentablemente la
legislación chilena no lo permite y tenemos mucha pena porque tenemos a otro
chico agonizando en el hospital de Rancagua", dijo Rolando Jiménez, presidente
del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual.
Agregó que están
"cansadísimos de que tengamos que estar peleando cotidianamente contra la
violencia, contra estas brutales agresiones por la orientación sexual de las
personas".
Wladimir Sepúlveda, de 21
años, fue visitado la víspera por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, luego
de que el fin de semana se conociera que el 20 de octubre había sido golpeado
"por razones homofóbicas", según Jiménez.
"Las lesiones
originarias eran de tal magnitud que este joven tiene un daño en el tronco
cerebral (y) varios infartos en el cerebro", comentó Mañalich luego de
visitar a Sepúlveda en el hospital de Rancagua, 80 kilómetros al sur de
Santiago.