Prisión preventiva para el supuesto líder de la secta que captó a la española Patricia Aguilar en Perú
La policía localizó a la joven y a dos mujeres peruanas la semana pasada en una zona selvática del país
Madrid / Lima
La juez ha dictado nueve meses de prisión preventiva para Félix Steven Manrique Gómez, el hombre acusado de liderar una secta y captar a la joven española Patricia Aguilar, de 19 años, y a dos mujeres peruanas, Paola Vega (42 años) y Maryori García (29), ha informado este viernes la fiscalía.
Aguilar, una joven de Alicante que desapareció en 2017 justo después de cumplir la mayoría de edad, fue localizada el pasado 6 de julio en el distrito de San Martín de Pangoa, en una región selvática de Perú. Llevaba un año y medio desaparecida y, durante ese tiempo, había sido madre de un bebé. En esa operación, la policía detuvo a Manrique, de nacionalidad peruana, que vivía junto a las otras dos mujeres, con las que tiene varios hijos y cuya desaparición también habían denunciado los familiares. Los agentes hallaron a Aguilar en otra vivienda en condiciones precarias de la misma zona, al cuidado de cuatro niños de entre cuatro y diez años —todos ellos hijos del líder—. La joven estaba residiendo de forma ilegal en Perú.
La juez ha ordenado el ingreso en prisión preventiva de Manrique "por la presunta comisión del delito de trata de personas con fines de explotación en agravio de seis mujeres, una de ellas de nacionalidad española", a petición de Berenice Romero, responsable de la Fiscalía de Delito de Trata de Personas de Lima.
La forma de explotación que plantea la fiscalía, a partir de las pruebas recabadas hasta el momento, es el matrimonio servil, dado que el detenido está acusado de captar, trasladar y retener a las víctimas bajo una situación de control, considerándolas sus esposas, y las explota de manera sexual y laboral en beneficio propio. Además, la fiscalía de trata ha enviado copia de las pesquisas a una fiscalía penal para que investigue a Manrique por el delito de exposición al peligro contra los cinco menores de edad que vivían con las mujeres que tenía sometidas. Los niños padecían desnutrición crónica y pediculosis, no asistían a la escuela y carecían de atención médica.
Manrique, de 35 años, se hacía llamar "príncipe Gurdjef" en las redes sociales, aunque usaba diferentes nombres y perfiles. Se presentaba como un enviado de Dios y como un salvador ante el inminente fin del mundo, y aseguraba que necesitaba mujeres para que cuidasen de él. A cambio, a algunas les ofrecía retoques estéticos y sexo.
El técnico electricista, que según las investigaciones pasaba todo el tiempo en casa, conectado a internet mientras las mujeres trabajaban, les inculcaba la creencia de que para convertirse en "seres superiores" como él debían tener relaciones sexuales con más frecuencia.
Los padres de Aguilar denunciaban, desde que su hija se marchó, que estaba en manos de una secta apocalíptica que usa esclavas sexuales. La chica atravesaba una situación de vulnerabilidad tras la muerte de su tío cuando, siendo menor de edad, entró en contacto con Manrique. Apenas semanas después de cumplir los 18 años, en enero del pasado año, voló a Lima y se reunió con él. El padre, Alberto Aguilar, viajó hace un mes a Perú para intentar impulsar la búsqueda.
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