Científicos descubren molusco marino parecido a un gusano gigante en Filipinas
Un equipo de científicos estudió por primera vez un extraño molusco que se parece a un enorme gusano negro y vive en el fondo marino, tras descubrir varios ejemplares en las aguas de Filipinas.
El animal puede medir hasta 155 centímetros de largo y tiene una existencia sedentaria en los sedimentos del océano, alimentándose de los residuos producidos por los microorganismos que viven en sus branquias.
"Estamos sorprendidos. Es la primera vez que vemos un especimen tan grande. Por lo general, no son más grandes que una cerilla y son blancos", declaró a la AFP la bióloga marina Julie Albano.
El molusco bivalvo, cuyo nombre científico es Kuphus Polythalamia, posee un caparazón en forma de tubo.
A diferencia de sus primos más pequeños que se alimentan de madera en descomposición, sobrevive gracias a las bacterias que habitan en él: éstas se sirven del sulfuro de hidrógeno presente en los sedimentos para crear el carbono orgánico con el que se alimenta el molusco.
El Kuphus tiene aparato digestivo pero, al parecer, éste se ha reducido y se ha vuelto casi superfluo.
"Sospechábamos que el Kuphus gigante, una especie jamás estudiada hasta la fecha, era completamente distinto de los especímenes que comen madera. El hecho de encontrar al animal lo confirmó", declaró Margo Haygood, profesora de la universidad de Utah (EEUU) que participó en el estudio.
Un artículo publicado esta semana en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences confirmó que es la primera vez que se estudia un especimen vivo del molusco. "Esta especie extraordinaria aún debe ser descrita y explicada de manera exhaustiva", afirma la publicación.
Los ejemplares estudiados fueron descubiertos en Filipinas, en la ciudad costera de Kalamansing, situada en la provincia meridional de Sultan Kudarat.
Estos extraños animales son quizás un descubrimiento para los científicos internacionales, pero los habitantes de la zona los conocen desde hace años, explica Albano.
"Son comestibles, saben a pulpo", agrega la bióloga marina. "Los habitantes se los comen y los consideran como un afrodisíaco", apostilla.